Quito: Dos medidas claves para reducir los accidentes de tránsito

Quito cerró el 2024, nuevamente, con cifras negativas en cuanto a siniestros de tránsito. Si bien todavía no hay un balance oficial de todo el año, el visor Data Vial muestra que hasta noviembre ocurrieron 3.375 accidentes, un aumento del 5 % frente a 2023.

A esa cifra se sumaron los 302 que ocurrieron en diciembre, es decir, un total de 3.677. Según datos de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), los siniestros del último mes del año dejaron 21 fallecidos, que se agregaron a los 239 de enero a noviembre, 10 más que el año previo. Las cifras solo muestran un descenso en el número de heridos que fueron 2.182, en 2024, y 2.279 en 2023.

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Pamela Villacrés, coordinadora de control y vigilancia de la iniciativa Bloomberg Philanthropies en Ecuador, señala que en cuatro meses (marzo, junio, septiembre y noviembre) se registraron la mayor cantidad de muertes, lo que representa más del 40 % del total, lo que causó que este indicador se incremente.

“Lo más preocupante es que cada año la cifra de siniestros sube. Las personas no toman conciencia de que la velocidad es un factor de riesgo preponderante. Piensan que son buenos conductores y que no les pasará nada”, lamenta la activista.

Y justamente el exceso de velocidad es la principal causa de siniestros, según la AMT. Luego está el irrespeto a las señales de tránsito y conducir en estado etílico. Villacrés recuerda que en uno de los controles que realizaron junto con la Agencia identificaron a conductores que en vías como la Simón Bolívar iban hasta 150 kilómetros por hora, cuando el límite es de 90 km/h para vehículos livianos.

Retomar los controles de velocidad

Por ello recalca la necesidad de retomar en 2025 los controles de velocidad en la ciudad. Menciona que cuando los operativos se implementaron en julio pasado, hubo una reducción del 32 % en la siniestralidad. “No podemos ir a la velocidad que nos parezca, debemos respetar lo que dice la ley”, advierte la coordinadora.

Además de los controles de velocidad, Villacrés menciona que es necesario tener radares, los cuales deben ser colocados en lugares con alta siniestralidad. Agrega que si bien ambas medidas no son las más “populares”, debido a que los operativos sancionatorios generaron cuestionamientos de ciertos sectores al considerarlos recaudatorios, son indispensables para disminuir los accidentes y sobre todo su gravedad y fatalidad.

Pero no solo se requiere de este tipo de supervisiones, también es importante revisar la infraestructura. Villacrés alerta que las vías están pensadas para que el vehículo vaya a altas velocidades, sin tomar en cuenta elementos como atenuadores de impacto que eviten que los choques sean fatales. También considera que se debe analizar la velocidad en avenidas de alto tráfico vehicular como la Mariscal Sucre. “Hay tramos entre 50 y 90 km/h, pero casi siempre van a 90 y eso se debe revisar”, indica.

Lo que le preocupa de esta arteria es que se convirtió en la de mayor siniestralidad en 2024, con 324 accidentes, por encima de la avenida Simón Bolívar, que registró 315.

Ordenanza sobre la gestión de seguridad vial

Para Sofía Gordón, quien preside la Coalición por la Movilidad, los datos son importantes, pero no sirven si no se toman acciones. En ese sentido, la organización de la sociedad civil trabajó junto con la Comisión de Movilidad en un proyecto de ordenanza sobre la gestión de seguridad vial, que pasó el primer debate en el Concejo Metropolitano el 31 de diciembre.

Gordón señala que es importante la institucionalidad de la seguridad vial para la toma de decisiones, así como analizar e identificar los puntos conflictivos, las causas de los accidentes y establecer correctivos. Por ejemplo, si en determinada vía se reconoce un riesgo se establecerá un responsable, quien se encargará de las reformas necesarias en la infraestructura.

Asimismo, Gordón sostiene que se debe trabajar en fijar velocidades seguras, tema que tiene que analizarse periódicamente. “La avenida Simón Bolívar no es la misma de hace diez años. Son necesarios cambios en la estructura y revisar la normativa urbana de velocidad, algo que sí lo puede hacer el Municipio”, finaliza.

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