En Quito, varias manos recogen y separan los desechos

Al pensar en recolección de basura en Quito, la mayoría asume que se trata de un trabajo de la Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo). Pero más manos se han hecho cargo e inclusive tienen su propio sistema, para recoger desechos orgánicos. Por ejemplo Legny Vivas, ingeniera agrónoma de 29 años, formada en Costa Rica.

Cada semana, la fundadora de Agrovivas visita a 500 familias, del sur, norte, centro y valles de la ciudad; así como a unas 20 empresas: tres clínicas, restaurantes como Mamina, ubicado en La Gasca, y todos los del patio de comidas, del Megamaxi, en la avenida 6 de Diciembre y ese supermercado; o Metropolitan Touring.

Testimonio

A puntos como la Pérez Quiñónez y Bahía, en el Centro, Legny llega en un camioncito. Como todos los jueves, Cecilia Zhingre, de 64 años, le entrega un balde con tapa lleno de cáscaras de huevo, frutas como plátano, la corteza de las papas y más desechos orgánicos. Y a cambio recibe otro, con abono.

Por años Cecilia ha separado los desechos orgánicos de los inorgánicos, que incluyen papel, cartón, botellas y fundas plásticas. Pero su práctica se perdía pues en el camión de recolección de Emaseo todo se mezcla.

Hace dos años y medio, al verla colocando en dos recipientes la basura, su hija Verónica le dijo que telefonearía a Agrovivas. Así Legny la visitó.

Por 11 dólares al mes, pasan una vez cada semana por su tacho de basura orgánica y le dejan otro, con abono. En la pandemia, Legny empezó la recolección, con 60 vecinos; usaba una carretilla. Luego se expandió y llevaban y traían los tachos, en buses. En 2021 ganó un fondo de Conquito y pudo comprar el vehículo.

Las acciones de Emaseo

¿Qué tan rápido avanza Emaseo? En mayo del 2024 empezó el proceso de recolección diferenciada en Nayón, La Primavera y Armenia. Hasta diciembre 2024 completó 36 rutas y hasta finales de este 2025 esperan duplicar esa apuesta. Jorge Jaramillo, gerente de la empresa, cree que el gran desafío para llegar al 100% de rutas (280), en 2028, está en la concientización, en el cambio cultural. Por eso quiere llegar a escuelas y universidades, ferias y a los medios, a través de una campaña. En este año invertirán USD 450.000.

Al llegar a los sectores se acercan a comités barriales y luego hacen trabajo puerta a puerta, para pedir al ciudadano que colabore, relata el gerente.

Les piden que separen los desechos, les explican que los residuos orgánicos son resto de comida, de verdura, también la poda de jardín, en menor cantidad. Los inorgánicos: los reciclables, papel, cartón, plástico; y otros desechos, como papel higiénico, recipientes de espuma flex y pañales.

Desde mayo 2024, Emaseo ha logrado recuperar 50.10 toneladas de desechos inorgánicos en su recolección diferenciada. Al compararlo con las 18 toneladas al mes de orgánicos, que por ejemplo, contabiliza Agrovivas, podría parecer poco. El gerente señala que no compiten con las organizaciones de base y gestores ambientales y que en esas zonas hay residuos reciclables, que se quedan en esas manos y que así vuelven a aprovecharse. Les pasa El Bosque, en conjuntos que entregan los residuos directo a un gestor.

¿Cuánta basura se recoge en la ciudad?

En la ciudad, cada día se recogen alrededor de 2.000 toneladas de basura. El 80% de todo es orgánico y el 20%, material reciclable, apunta el gerente Jaramillo. “Ese es el techo que aspiramos poder gestionar una vez que abordemos al 2028, todas las rutas de recolección”.

Emaseo revisa los resultados de la consultoría, desarrollada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), sobre el nuevo modelo de gestión. La sugerencia que les hacen es contar con un sistema integrado de información, para conocer cuántas toneladas de desechos se recogen a través de iniciativas privadas, como Gira, de Supermaxi; Anuna, Red Nacional de Recicladores y otros gestores ambientales pequeños. Incluso estudian la idea de articularse con algunos de ellos, para trabajar en la Loma Grande, por ejemplo.

Con la consultoría buscan definir un nuevo modelo de gestión, que incluye lineamientos para avanzar en la separación de los residuos en la fuente, aprovechamiento de los desechos, adecuado uso de la tasa por recolección y otros servicios. Aunque el gerente ratificó que no han estudiado costos.

Finalmente, lo que esperan es contar con un complejo ambiental con una planta de compostaje, otra planta para generar energía eléctrica y otra de aprovechamiento de reciclables, para reemplazar al relleno sanitario.

Otras experiencias

Desde el 2019, Gira, filial de Corporación Favorita, ha recuperado 77.000 toneladas de residuos en 142 puntos de acopio en el país. En 2024 invirtió 8 millones de dólares en una nueva planta, residuos de cartón, plástico, espuma flex, papel, vidrio clasificado y otros materiales.  

Ellos en Quito cuentan con una zona de reciclaje, en donde trabajan con 27 tipos de residuos: sólidos domiciliarios, electrónicos, en la retornabilidad de botellas vidrio y donación de ropa. En Quito hay 45 puntos reciben 10 tipos de residuos: plástico PET, tapas plásticas, plástico rígido, espuma flex, papel, cartón, Tetrapak, vidrio y latas.

En la ciudad hay otras iniciativas de recuperación de desechos orgánicos como Anuna. Su gerente, Alejandro Pérez, contó que la propuesta surgió hace cinco años, de la mano de su primo Nicolás, en Machachi. Ahora cubre a buena parte de la ciudad. Llegaron a 1.600 hogares, con un servicio de recolección gratuito, en los primeros dos años. Ahora cuentan con 500 hogares y con empresas, por un pago mensual y por tonelada, respectivamente.

Al mes recolectan 120 toneladas de desechos orgánicos. “La ciudad genera 1.200 toneladas diarias de desechos orgánicos”, dice y anticipa que el Municipio requerirá del apoyo de organizaciones para gestionar su parque ambiental. También está la Red Nacional de Recicladores, que existe desde el 2008 y agrupa a asociaciones de recicladores.

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