Quito

Pediatra Eduardo Araque atiende a la niña Dafne Ramos, en la Unidad Metropolitana de Salud Norte.
El pediatra Eduardo Araque atiende a la niña Dafne Ramos, en la Unidad Metropolitana de Salud Norte, en Quito.Ángelo Chamba.

En Quito se multiplican los casos de afecciones en vías respiratorias

Los centros de salud municipales registran más gripes y neumonías; en Pichincha hubo siete diagnósticos de hMPV, en 2023

Leslie Guamán es la madre de Dafne y Michael Ramos, de 5 y 4 años respectivamente. El miércoles acudió a una cita de rutina con el pediatra. Sus hijos están saludables, dice que los está cuidando porque no quiere que se resfríen. “Es feo cuando se enferman porque no pueden ni respirar. Sí tengo miedo de que se contagien en la escuela. No usan mascarilla porque aún son muy chiquitos”.

En la Unidad Metropolitana de Salud Norte, su doctor, Eduardo Araque, confirma que la ciudad cursa la temporada con mayor prevalencia de virus respiratorios circulando entre la población. Suele ser desde fines de noviembre hasta marzo, precisa. “Llamativamente, a partir de diciembre hemos visto un incremento significativo: un 50 % de más casos en consulta pediátrica, con síntomas leves y más complicados”.

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Los casos

El miércoles 8 de enero del 2025, antes de la entrevista, el pediatra Araque le diagnosticó neumonía a una niña de un año y medio de edad. El contagio ocurrió debido a que la empleada doméstica no tomó medidas de protección. En general, a la consulta llegan niños con influenza, rinovirus y norovirus, que afectan más a pacientes vulnerables, con desnutrición o prematuros.

“No tiene la letalidad de la COVID-19. Los síntomas son tos, fiebre, dificultad al tragar, estornudos y tos esporádica”, dice.

En las tres unidades municipales de salud de Quito se han reportado mil casos de enfermedades respiratorias desde noviembre del 2024. Entre ellas, 80 de neumonía, anota Mónica García, directora metropolitana de Políticas y Vigilancia de la Salud.

El metapneumovirus humano en Ecaudor

La epidemióloga Mónica García aclara que la curva de casos se ha mantenido estable. “Es lo esperado en la etapa invernal”. Señala que en los monitoreos que hacen han detectado influenza y también metapneumovirus humano (hMPV).

Este último ha despertado alarma en la ciudadanía por el brote en China. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aclarado que aunque hay un incremento de diagnósticos en ese país y en América, no hay razones para declarar una pandemia. En Pichincha, en 2024 hubo siete casos de hMPV. 

“No es nuevo, surgió en el 2001 en Holanda. Antes de la pandemia, en un estudio en menores de cinco años se identificó en el 10 % de muestras”.

El Ministerio de Salud ha indicado que en 2019 hubo en el país seis casos. La mayor incidencia se registró en 2023, con un 0,20 % del total reportado en el Sistema Nacional de Vigilancia Centinela de Infecciones Respiratorias Agudas Graves (IRAG). “No representa un peligro para el sistema sanitario del país”.

La situación en el IESS

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Ana Cueva, directora médica del dispensario de Cotocollao del IESS, norte de Quito, cuenta que desde noviembre han detectado influenza, resfriados comunes y diferentes tipos de virus como el sincitial respiratorio. No solo han atendido infecciones de vías respiratorias superiores, sino en pulmones.

La médica señala que en el 2024 atendieron a 35.000 pacientes con síntomas respiratorios. Pero de 2.000 a 3.000 de ellos se concentran en noviembre y diciembre. “Es el doble de atenciones por esas causas, de lo que registran en otros meses”.

Los más afectados por enfermedades respiratorias han sido niños de menos de cuatro años. “En las escuelas alguien estornuda y no tiene el cuidado de cubrirse”, dice Cueva, quien indica que también han recibido a chicos con un nuevo virus, muy parecido al sincitial.

“Nos preocupa más en menores de seis meses a cinco años de edad porque produce cuadros más prolongados de fiebre, de hasta 10 días. Provoca sibilancias (sonidos agudos al respirar) y bronquitis. También afecta a los adultos mayores”.

¿Qué dice el ciudadano?

Mariana Pabón, de 50 años, acudió a la Unidad de Salud Norte para tratarse otro problema de salud. Ella siente que se agripó por el frío intenso de las últimas semanas. 

Ramiro Polanco, de 55 años, es taxista. Admite que en ocasiones sí abordan su unidad personas que tosen o estornudan. Sin embargo, dejó de usar mascarilla porque cree que ya no es necesario. Lo hizo durante la pandemia de COVID-19.

El epidemiólogo

“La población ha bajado la guardia. Con una falsa sensación de seguridad ante enfermedades respiratorias, no mantienen medidas de prevención”, reflexiona el epidemiólogo Ricardo Bravo, de la Unidad Metropolitana de Salud Norte.

En ese centro han registrado 655 casos de enfermedades respiratorias; de las cuales 458 son resfriados comunes. “Hay un aumento de entre el 20 y el 30 % de casos. Era lo esperado por la época del año, por factores predisponentes”.

Los tres médicos consultados remarcan la necesidad de que la población de menos de siete años y más de 65, así como embarazadas y personas con enfermedades crónicas y discapacidad, accedan a vacunas contra la influenza y la COVID-19.

En la consulta privada

En consulta privada, el epidemiólogo David Larréategui comenta que desde el 2006, hace 18 años, a partir de la segunda semana de diciembre hay un aumento progresivo de este tipo de diagnósticos respiratorios, que dura hasta la segunda semana de febrero. Los más afectados son los menores de cinco años, adultos mayores y población de riesgo, como diabéticos, hipertensos, pacientes con EPOC. Añade que en esta época circulan todos los virus, sincitial, influenza A y B y también coronavirus y el hMPV.

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