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Quito: La Roldós, El Condado y otros barrios recibirán solución vial
Quito invertirá $ 25 millones en la construcción de un intercambiador en la calle Rumihurco. La obra iniciará en julio
Tras más de una década de espera, 32 barrios del noroccidente de Quito contarán con una solución vial que busca mejorar la movilidad en la zona y reducir los tiempos de traslado. La construcción, que consta de un intercambiador entre la calle Rumihurco y la avenida Mariscal Sucre, ha sido una demanda constante de los moradores de sectores como La Roldós, La Planada, Pisulí, Velasco y El Condado.
La congestión vehicular, un problema
Sandra Tumbaco, presidenta del Comité Promejoras de La Roldós, menciona que la congestión vehicular en horas pico provoca que el tiempo de salida desde los barrios altos del Condado hacia la avenida Mariscal Sucre tome entre una y dos horas. Considera que esta nueva conexión es una alternativa viable frente a otros proyectos que se planificaron en el pasado, como el Quito Cables, ya que el beneficio no se limitaría a una sola ruta, sino que mejoraría el flujo vehicular en la zona.
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Según la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), el Proyecto Rumihurco tiene como objetivo mejorar la movilidad en el norte de Quito. Contempla la construcción de un intercambiador en la intersección de la calle Rumihurco con la avenida Mariscal Sucre, así como reformas en varias vías del sector. La inversión estimada es de 25 millones de dólares y se prevé que la obra inicie en el segundo semestre de 2025, con una duración de 12 meses. Como parte de los trabajos previos, ya se han rehabilitado vías de desfogue cercanas, entre ellas las calles Juan Procel, José Miguel Carrión, Diego Vaca de la Vega, San Francisco de Rumihurco y Piedras Negras.
Claudia Otero, gerente de la Epmmop, en una reunión con los vecinos el pasado 3 de febrero, afirmó que este es el proyecto vial más grande en ejecución en la ciudad. Mencionó que además del monto destinado a la obra, se considerará el costo de fiscalización y administración, asegurando que se trata de una intervención de alta ingeniería y diseño adecuado. Explicó que se está trabajando con Naciones Unidas en el proceso de licitación y que se prevé iniciar la construcción en julio de 2025.
Mauro Quingalombo, integrante de la Unión de Barrios de El Condado, indica que la solución vial se ha postergado desde hace 15 años y que su ejecución devolverá tiempo valioso a los moradores del sector. Destaca que diariamente más de 160 mil personas transitan por este punto y que las reuniones con la Epmmop continúan para asegurar que la intervención incluya mejoras en las vías de acceso. Y añade que es fundamental que todas las calles estén en condiciones adecuadas antes de iniciar la construcción de la nueva infraestructura.
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Uno de los barrios más afectados por la congestión vehicular es San José de Cangahua, un sector con más de 100 años de historia que no cuenta con un trazado vial adecuado. Lilian Tufiño comenta que las calles angostas y el mal estado de la vía dificultan la movilidad, ya que por estas rutas circulan buses, automóviles y camiones, lo que incrementa la carga vehicular. Considera que la solución vial traerá mejoras, pero enfatiza que es necesario acompañar el proyecto con labores complementarias, como el mantenimiento de las calles.
¿En qué consiste la solución vial?
La obra tendrá un impacto positivo a largo plazo, estimando que los trabajos brindarán al menos 20 años de mejor movilidad en la zona.
La Epmmop también ha iniciado un proceso de socialización con la comunidad para minimizar los inconvenientes durante la ejecución del proyecto. Por esta zona circulan a diario unos 75.000 vehículos.
Sin embargo, no todos los vecinos están al tanto de la intervención. Ángela Chamorro, residente de La Roldós, asevera que no ha recibido información acerca del proyecto. Desde su punto de vista, el barrio necesita mejoras adicionales en temas como señalización e iluminación vial.
Otros vecinos, como Santiago Guapaz, temen que el proyecto vial termine estancado, al igual que el intercambiador de la Mariana de Jesús, cuya construcción fue suspendida en noviembre de 2024 debido a problemas de diseño. También mencionan otros proyectos, como el Quito Cables, que por la falta de un estudio técnico adecuado generó inconvenientes y expropiaciones a familias para una construcción que nunca se dio.