Quito: La seguridad mejoró pero hay otros pendientes en movilidad y empleo

Quito cierra el 2024 con cifras oficiales positivas con una reducción de delitos como robos y homicidios intencionales. Si bien la inseguridad y la delincuencia fueron consideradas por los quiteños como el principal problema que más afectaba su calidad de vida, incluso ligeramente por encima de 2023, los indicadores muestran un descenso.

A solo dos días de finalizar el año, en la capital se registraron 198 homicidios intencionales, es decir, una tasa de siete por cada 100.000 habitantes, mientras que en 2023 fueron 275 (10 por cada 100.000) y en 2022 la cifra se ubicó en 204 (siete por cada 100.000).

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En cuanto a robos, que incluyen autos, motos, unidades económicas y domicilios, el 2024 terminó con 8.187, frente a los 16.216 registrados en 2023 y los 17.507 de 2022, según datos del Observatorio de Seguridad.

La Policía atribuyó la caída a la implementación del plan de intervención y a los estados de excepción, de los cuales Quito es parte desde el 3 de octubre.

Y si bien los datos son positivos, ante hechos violentos como masacres, secuestros y asaltos violentos, en la ciudadanía persiste la percepción de inseguridad y temor.

Para Leonardo Jaramillo, experto en temas de seguridad, es una buena señal la disminución; sin embargo, no significa “dormirse en los laureles”. Un problema que menciona es que sectores que eran considerados tranquilos han perdido esa condición. “Hay que darle crédito a la Policía que ha hecho detenciones, patrullajes, recuperación de espacios…”, sostiene.

Además, Jaramillo explica que hubo un cambio en los grupos criminales y los picos de violencia se dieron porque reclamaban o querían recuperar espacios para tener el control, pero ahora, cuando los territorios ya están distribuidos, las pugnas de alguna manera cesaron. 

Por otro lado, aunque la competencia del Municipio no es la seguridad, el especialista menciona que es necesario trabajar en la recuperación de espacios públicos, rehabilitación de parques y la provisión de servicios para mejorar la calidad de vida. También, por los cortes de luz, ciertos subsistemas de electricidad se dañaron y urge repararlos, ya que la oscuridad favorece la inseguridad.

Pese a que la capital cerró el año con resultados positivos en seguridad, no ocurrió lo mismo en temas de movilidad y desempleo, donde quedaron varios pendientes.

¿Qué falto en el tema de movilidad?

Uno de ellos, la integración del sistema de transporte. Antes de que entre a operar el Metro, ya se hablaba de esa necesidad, sin embargo, después de un año de funcionamiento, la propuesta no se concretó. La meta era que en septiembre circulen 13 nuevas rutas de buses para conectar los barrios del oriente y occidente con el sistema, pero recién en diciembre, el alcalde Pabel Muñoz anunció que el recorrido de algunas unidades que ya circulan se alargará y el de otras se reducirá.

Para Cristóbal Buendía, del Observatorio de Movilidad, la implementación del sistema integrado debe ser una prioridad en 2025 para dotar de transporte en lugares donde no hay y también, si el servicio es eficiente, se reduciría el uso de vehículos. Asimismo, recalca que es importante garantizar la sostenibilidad operativa y financiera del Metro.

Otro tema que quedó en agenda es la implementación de la tarifa integrada, que por ordenanza se estableció en $0.60, pero en la actualidad, un pasajero paga $0.80 si toma Metro y un bus del sistema municipal. 

En junio, Muñoz dijo que los $0.60 no era un valor definitivo y se podría modificar, empero, Buendía recuerda que la ordenanza 17-2020 contempla la creación de un fondo de financiamiento que se nutre con rubros generados de la movilidad como multas. La idea es que lo recaudado sirva para costear la operación de todo el sistema, incluso del Metro, y así disminuir el déficit actual.

César Arias, experto en temas de movilidad, considera que en el nuevo año debe ser una prioridad la concesión de la Simón Bolívar y la Ruta Viva, que estaba prevista para 2024 y que tampoco se concretó. El objetivo es que las dos extensas vías las manejen empresas privadas.

Para Arias, en la Simón Bolívar, al ser una de las arterias con más siniestralidad, también urge realizar reformas geométricas y que se incrementen los controles de velocidad tanto al transporte público como de motos.

La ciudad con más desempleo

En cuanto al empleo, las cifras son preocupantes. En el segundo semestre de 2024, ocho de cada 100 personas (8.2%) estaban desempleadas, según el INEC, mientras que el empleo adecuado cayó 3.2% en relación al segundo trimestre de 2023 y se ubicó en 53.7%.

Al finalizar el 2024, el número incluso subió a 9.4%. “En un año el desempleo creció cerca del 13%”, menciona el concejal Wilson Merino. Con esos indicadores, Quito se convirtió en la ciudad con la tasa más alta de desempleo. 

Las razones son múltiples, dice el edil, como la contracción de la economía, el cierre de negocios y emprendimientos, la migración interna por la crisis de inseguridad, entre otros. Aunque el escenario no es el mejor, un 57% de quiteños considera que a futuro la economía del hogar mejorará, de acuerdo con la última encuesta de Quito Cómo Vamos.

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Merino, quien preside la Comisión de Desarrollo Económico del Concejo, señala que desde lo local se aprobó la ordenanza de fomento al empleo y, de alguna manera, se logró una reactivación, especialmente antes de fin de año con ferias de emprendimientos. 

La tarea en este campo es urgente y se requiere una respuesta que incluya al sector privado, al público y la academia. Además de fortalecer la capacitación y que vaya acorde a la demanda del mercado actual, sostiene Merino. 

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