Quito: Un recorrido con los forenses
En la capital existe una escuela de Criminalística en la que se forman peritos de esta rama
Hubo un crimen. Son las 10:27. El lugar de los hechos es el parque General Julio Andrade, en el centro-norte de la capital. La camioneta de Medicina Legal se llevó el cadáver. Llegan cinco peritos para levantar indicios en la escena. Los curiosos se aglomeran para saber de qué se trata. Sin embargo, Ismael Bermeo, uno de los investigadores, les dice que solamente es la recreación de un asesinato.
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Leer másLos cinco son estudiantes de la Escuela Mayor de Peritos en Criminalística Forense del Ecuador, la primera academia de estudios en la que se forma cualquier civil para esta disciplina, sin ser policía.
El jurista y antropólogo peruano Francisco Mendoza es su director. Y en esta diligencia judicial hará el papel de fiscal del caso. Llama a su asistente y le pide que anote el nombre de los peritos que participarán en el procedimiento.
Son cuatro forenses de inspección técnica ocular y un perito fotógrafo. Luego Mendoza pregunta si creen en Dios. Responden que sí. El fiscal les pide que levanten la mano derecha. Pregunta: “¿Juráis por Dios y la patria hacer técnicamente su trabajo pericial forense encomendado en este acto?”.
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Leer más“¡Sí, juramos!”, responden los estudiantes al unísono...
Bermeo es el perito coordinador de la diligencia. Se acerca a la silueta del cadáver. Observa un objeto junto a este y, desde allí, mide tres metros a la redonda y hace un cuadrado con una piola. Explica que es el cuadrante en el cual solo podrán estar los investigadores levantando los indicios. “Si alguien más se acerca contaminaría la escena y no serviría ninguna acción que se tome”.
Por eso, para cerciorarse de que ni curiosos ni reporteros se acerquen le pide a la perito Jéssica Caguano que ubique otro cerco, a tres metros de distancia del cuadrante.
Luego los peritos se colocan guantes de látex, trajes de bioseguridad, marcadores alfanuméricos e implementos para levantar evidencias.
Bermeo detalla que, para ser efectivos en la búsqueda, utilizan un método denominado ‘espiral’, que consiste en rastrear indicios dando vueltas desde la parte exterior hasta llegar al cadáver. Para esto utiliza una linterna con luz verde que “permite encontrar partes orgánicas, como cabello o sangre”.
No es lo mismo que hacer fotografía artística o publicitaria. Aquí (en la fotografía forense) existen implicaciones legales.
Mientras recorre el césped, Bermeo recuerda que quiso hacerse perito porque estudia Psicología y durante los primeros semestres aprendió, a breves rasgos, cómo funciona la mente de un criminal.
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Leer másEl joven, de 22 años, encuentra un conjunto de llaves cerca de donde estuvo el cadáver y coloca un marcador con el número 1. En una ficha anota que dicho objeto está a 10 centímetros del cuerpo.
Su compañera Caguano le avisa que encontró otra evidencia. Se trata de restos orgánicos: sangre. La estudiante indica que este tipo de rastro, al ser de un humano, se debe marcar con un fijador alfabético y coloca uno con la letra ‘b’. Ella estudia Publicidad, pero siempre le gustó el ámbito de la Criminalística, desde que veía series televisivas como ‘CSI Miami’. Dice que quiere especializarse en balística.
Con las evidencias identificadas, es el momento de registrarlas con una cámara y entonces entra en acción Cristian Pineda. Es fotógrafo profesional y sigue este curso para ampliar sus conocimientos en la rama que domina. Dice que siempre aprende algo nuevo. “No es lo mismo que hacer fotografía artística o publicitaria. Aquí existen implicaciones legales”.
Finalmente, el perito Thomas Caicedo levanta las muestras, metiendo la evidencia en recipientes que son sellados y llevados en cadena de custodia.
Él es paramédico y siempre tuvo la incertidumbre de saber qué pasaba detrás de cada accidente al que asistía, o si la persona herida a la que atendía era víctima o victimaria. Eso lo llevó a formarse en esta escuela.
Todo el trabajo realizado por los investigadores es apuntado por Gissela Verdesoto, quien pide una fotografía final de la escena para que quede constancia. Ella es del cantón Puerto Quito (noroccidente de Pichincha) y asesora comercial y de belleza. Su pasión por la Criminalística surgió desde pequeña. “Nunca tuve miedo a una escena del crimen”. Ahora quiere obtener la placa de perito para tener ingresos extras.
Mendoza, el director de la escuela, recuerda que durante una charla en la Universidad Central, un estudiante de Jurisprudencia le preguntó si podía ser forense sin pertenecer a la institución policial.
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Leer másSegún el Reglamento del Sistema Pericial Integral de la Función Judicial, los futuros peritos deben ser calificados por el Consejo de la Judicatura. Existen cuatro requisitos para ser uno de ellos: ser mayor de edad, ser conocedor en la profesión para la cual solicite calificarse, tener por lo menos dos años de práctica o experiencia y no registrar antecedentes penales.
Sin embargo, Mendoza sostiene que los peritos actuales no quieren que surjan otros profesionales de este ramo “porque no se capacitan y no quieren competencia”.