El recuento de una herida histórica
La Biblioteca Aurelio Espinosa Pólit inauguró una muestra que recoge 250 años de la supresión de la Orden Jesuita. El espacio se reinventa
La Compañía de Jesús llegó a la Real Audiencia de Quito en 1586. Ni bien arribaron, los sacerdotes de la orden asumieron roles como maestros de la primera universidad del país, investigadores, cartógrafos y encargados de la imprenta. Así fue por casi dos siglos, hasta que en 1767, el rey Carlos III ordenó la expulsión de los 6.000 sacerdotes de España y sus territorios.
“Tuvieron que partir hacia los estados pontificios en el norte de Italia. Fue muy doloroso, porque estaban en gravísimo peligro y en una situación terrible. Pasaron de ser profesores e investigadores, a no tener cómo sostenerse. Muchos acabaron sobreviviendo a expensas de peluqueros, zapateros”, narra el padre Iván Lucero, director ejecutivo de la Biblioteca Aurelio Espinosa Pólit.
Seis años después, la ya mermada orden padeció un nuevo revés cuando el entonces pontífice, Clemente XIV, firmó la extinción canónica de la Compañía de Jesús. (LEA TAMBIÉN: "Verónica Mosquera: “El 70 % de los usuarios de las bibliotecas son niños”)
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Leer más“Doscientos sesenta y nueve jesuitas quiteños partieron a España. Murieron sin poder volver”, explica Lucero.
Los 250 años de la supresión de la orden y el viacrucis que padecieron los religiosos exiliados son el hilo conductor de ‘Todo el corazón vertido, cultura, ciencia y evangelización de los jesuitas quiteños’, exposición que se inauguró en la Sala Temporal del lugar, y que marca una nueva etapa para la emblemática biblioteca capitalina.
El recorrido inicia con el arribo de los jesuitas a la Real Audiencia de Quito y sus múltiples labores, entre ellos, el trabajo de la imprenta.
Una muestra con los ‘selfies’ de la historia nacional
Leer más“Era un trabajo importantísimo porque solo había tres imprentas en la época, con el fin de evitar la proliferación del protestantismo, y estaban en México, Lima y Quito. La colección del museo tiene libros únicos de esa época que no hay en ningún otro sitio”, agrega este. (TAMBIÉN LE PUEDE INTERESAR: "Espacios que ‘atesoran’ parte de la identidad")
Entre ellos se destacan los libros manuscritos sobre temas científicos del P. Juan Bautista Aguirre y el P. Juan Magnin, así como mapas que revelan su labor en las misiones amazónicas.
La segunda etapa del recorrido arranca con la emotiva carta del padre Mariano Andrade, que indica “En fin, salí, ¡ay de mí!. dejándote, Quito mío: ¡oh cómo no se me arranca el corazón al decirlo!” Esta, con documentos y retratos, narra el exilio, la posterior supresión y la labor que los sacerdotes quiteños hacían pese a la distancia. Entre ellos se destacan varios mapas, que los jesuitas de la época completaron en el exilio.
La última parte de la muestra recoge el renacimiento de la Compañía de Jesús a partir de 1814, y su retorno al país de la mano del presidente Gabriel García Moreno.
Para Lucero, la investigación, que tomó más de cinco meses, fue un trabajo intenso que buscaba consolidar a su público asiduo y atraer a públicos jóvenes.
Señala que, tras la pandemia, el índice de visitantes se redujo considerablemente, y durante la primera etapa de la pospandemia, inclusos los investigadores especializados evitaban acudir.
“La pandemia afectó el índice de visitas. Muchos investigadores preferían usar los canales digitales en lugar de venir presencialmente. En eso también tuvo mucho que ver la inseguridad, porque venir hacia el norte de zonas como La Floresta o Cumbayá era más complicado”, comenta.
Por ello, el número de muestras se redujo, pasando de cinco en 2018, a una en este año. Sin embargo, la entidad espera fortalecer su audiencia a través de novedosas propuestas como ‘Todo el corazón vertido’, y a través del fortalecimiento de las nuevas tecnologías.
“Al momento se han digitalizado 11 millones de páginas”, afirma el religioso. Este monto es aproximadamente el 25 % de los 600.000 tomos que guarda la biblioteca, pero que esperan ir incrementando a futuro.
A la par de las exposiciones temporales, la Aurelio Espinosa Pólit cuenta con una muestra permanente en donde se exhiben piezas arqueológicas, arte sacro y paisajes, artefactos históricos y curiosidades, como fragmentos del cráneo de Gabriel García Moreno.
‘Todo el corazón vertido’ estará abierta al público hasta el 16 de diciembre. Para 2024, sin embargo, la entidad alista una novedosa propuesta sobre la vida y obra del padre Samuel Fritz, quien realizó la cartografía del río Amazonas en dos viajes, y quien avisó de la usurpación territorial de Portugal.
Cifra: 600.000 libros son parte del archivo de la Biblioteca Aurelio Espinosa Pólit. El 25 % de estos han sido digitalizados.
Horario. ‘Todo el corazón vertido’ estará abierta al público de martes a sábado, de 9:00 a 13:00 y de 14:00 a 17:00 hasta el 16 de diciembre. El ingreso durante este mes es libre.
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