La rehabilitación de El Censo se enfrenta a trabas legales
El primer molino del país se encuentra deteriorado. Los propietarios han pedido la intervención del Cabildo. Un colectivo rescata su historia.
A orillas del río Machangara, en medio de una densa espesura, se encuentran los vestigios de lo que alguna vez fue la prestigiosa empresa quiteña de Molinos El Censo, el la primera compañía tecnificada para el procesamiento de harina del país.
Sin embargo, tras su cierre definitivo en 2009, el otrora reluciciente inmueble quedó abandonado a su suerte y tanto la enorme casa como sus alrededores fueron adquiriendo la fama de inseguros, al ser poblados por maleantes y personas en situación de calle.
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Leer másDesde al menos 2011, cuando aun existía el Fondo de Salvamento para la recuperación patrimonial, el bien fue incluido en distintos proyectos para la rehabilitación del centro de Quito, pero los planes de intervención nunca se concretaron.
Las dificultades se debían a que el inmueble aun estaba en manos privadas, y que su intervención patrimonial solo podía hacerse a través de la venta del mismo o el traspaso al Cabildo, como lo establecen las normativas municipales. Pero no se han llegado a acuerdos.
Desde entonces y hasta este año, la situación no ha cambiado, y El Censo se ha convertido en el protagonista de las pesadillas de los residentes del centro, quienes temen una nueva ocupación ilegal del lugar como sucedió en 2016, y en un sitio rodeado de mitos de fantasmas y diablos.
Pero no todos creen que El Censo está perdido. Entre ellos está Andrea Rodríguez, directora de la agrupación Tertulia y Misterio, quienes, tras llegar a un convenio con los propietarios, han empezado la recuperación del sitio de ladrillo en ladrillo y de tabla en tabla.
“No tenemos el dinero que necesitaríamos para recuperar una obra de esta magnitud, pero hacemos lo que podemos. Hemos sacado la maleza, pintado los cuartos de maquinas, y vamos limpiando un espacio a la vez con lo que podemos recaudar”, explicó.
Los fondos los generan de los recorridos que llevan a cabo en el lugar los fines de semana a las 11:00. Por $ 5, los visitantes recorren las bodegas, las salas de máquinas traídas Suiza y aprenden sobre el funcionamiento del molino y las coloridas historias que lo rodean.
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Leer másEsperan, sin embargo, que al traer nuevamente a los visitantes hasta este emblemático edificio, logren generar los acuerdos para recuperarlo.
“El año pasado vino una comitiva de Quito Turismo y varios concejales, pero aun no tenemos propuestas concretas. El 80% de la parte antigua del edificio se esta cayendo y se debe intervenir de urgencia”, dijo. Sueña en que este espacio se convierta en un museo que ayude a devolver la vida al centro.
Controles para frenar la ocupación
A través de un convenio interinstitucional entre la Intendencia de Policía, la Agencia Metropolitana de Control y la Administración Zonal Manuela Sáenz, se llevan a cabo operativos desde hace dos semanas para retirar a personas en situación de calle y trasladarlos a los albergues de la urbe, y llevar a cabo decomisos.
Los moradores señalan que los robos se han disparado en el sector producto de la ocupación de la quebrada, de delincuentes. Los controles continúan semanalmente.