Quito: Residentes de Tumbaco buscan alternativas por los cortes de luz prolongados

Después del anuncio del Gobierno del incremento de los cortes de luz, que pasaron de ocho a 14 horas diarias, el negocio de Rodrigo Grafe, ubicado en la avenida Juan Montalvo, en pleno centro de Tumbaco, se llenó de clientes.

La alta demanda ya no era por focos recargables, como ocurrió hace cuatro semanas, sino por equipos para permanecer conectados a internet y también para cargar celulares y computadoras.

Grafe comenta que esos productos no eran muy conocidos, pero por los cortes prolongados se han popularizado. Solo el viernes último, después de la noticia, vendió 20 cables reguladores de cinco a doce voltios, el doble de hace dos semanas. Debido a la alta demanda, el costo también se incrementó: pasó de 10 a 20 dólares.

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El costo de los dispositivos electrónicos en aumento 

Para que funcione el cable que se conecta al router es necesaria una batería externa que sirve para cargar distintos dispositivos electrónicos, según su potencia. Dependiendo de los amperios, el costo varía y se los puede encontrar desde $ 30.

Diana Cabrera llegó al local de Rodrigo en busca de esos equipos, para los cuales destinó en total 45 dólares. “Con más horas sin luz, necesitamos estar conectados a internet por los deberes de los chicos y por temas de trabajo”, dice.

Cerca de la Juan Montalvo, en la calle Fray Gonzalo de Vera, Kelly Tipantuña tiene su negocio de electrónica desde hace cinco años. Menciona que su local fue uno de los primeros en traer los cables para conectar al router. Al inicio, para que la gente conozca el producto, salía a la calle a ofertarlos. Ahora que hay más interés, en un día vende más de 50.

También tiene mini UPS, que son baterías de respaldo en donde se conectan dispositivos de bajo voltaje como cargadores de celulares, routers, módems, antenas y otros. Dependiendo de la cantidad de carga, suelen durar entre cuatro y seis horas. Pese a que el precio es más elevado, entre 80 y 95 dólares, también hay más demanda. En los últimos días vendió 15 y está a la espera de que le lleguen más.

En esa calle, el ruido es intenso por los generadores. Tipantuña invirtió 400 dólares en el equipo, para así no parar el negocio. Además, gasta 25 dólares diarios en gasolina para que funcione.

Ariel Bustamante es diseñador gráfico y trabaja en su casa. Con cortes de ocho horas se organizaba, porque eran cuatro horas en la mañana y ese mismo tiempo en la noche. Pero con el racionamiento de 14 horas, le resulta imposible. Vio el horario y solo tenía disponibles tres horas en el día: desde las 14:00, cuando llega el servicio, hasta las 17:00, que nuevamente se va. “¿Qué haces en tres horas”, se pregunta.

El viernes fue a buscar un UPS. Su presupuesto era de 200 dólares, ya que necesita un equipo con más capacidad para sus dos computadoras. Visitó tres locales y en todos se habían agotado. El joven se preocupó, ya que tenía pendiente la entrega de un diseño ese día.

En la concurrida calle de Tumbaco hay decenas de negocios de electrónica y también de servicio técnico. Marcos Izquierdo labora reparando teléfonos desde hace tres años. Por los racionamientos de energía, los clientes le consultaban por los cables y las baterías externas, por lo que la dueña del negocio decidió adquirirlos para venderlos. “Nos toca adaptarnos y traer lo que la gente necesita. Por los cortes es difícil seguir solo con el negocio de las reparaciones”, sostiene.

Irma Núñez llegó a su local después de conocer que se quedaría más horas sin luz. Desde su teléfono móvil trabaja y no puede quedarse sin carga.

El cable le costó 12 dólares. Izquierdo menciona que antes estaban en 7 dólares; sin embargo, debido a la alta demanda son más costosos. En apenas un día vendió 25, cantidad que se triplicó desde la última semana.

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