El reto de los restaurantes de Quito para crear nuevas experiencias
El ‘Modo Blackout’ busca incentivar la visita de estos negocios en horarios que usualmente son de baja afluencia.
Paros, pandemia, estados de excepción, cortes de energía... este nuevo año, el sector de restaurantes de Quito quiere dejar atrás esos episodios que si bien los afectó, también les dio motivos para despertar la creatividad y ser resilientes.
Por ello, una de las apuestas de este 2025 es la campaña ‘Modo Blackout’, que consiste en potenciar los negocios en la conocida hora valle, es decir, en momentos donde hay un menor flujo de clientes.
Álex Borja, quien forma parte de la Agremiación de Restaurantes de Pichincha (Agrepi), explica que el objetivo es apostarle a nuevas experiencias en el ‘after office’, de 16:00 a 19:00, que usualmente es poco concurrido.
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Los restaurantes le apuestan a la creatividad
El desafío no es sencillo pero decidieron apostarle a la creatividad, por ejemplo, preparando nuevos platos o bebidas para los clientes en ese lapso de tiempo. En PennyRoyal, la especialidad son las hamburguesas artesanales, pero exclusivamente para el ‘Modo Blackout’ elaboraron una doble con queso fundido, que es un tributo a una de las más famosas de Estados Unidos, y cada semana van a tener una nueva.
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Leer más“La creatividad es obligatoria, los descuentos opcionales”, dice Borja, propietario de PennyRoyal. Señala que la campaña no se encamina a las promociones, sino a que los clientes vivan experiencias distintas a través de la comida, por un lado, y también impulsar la gastronomía local y que la capital se consolide como un destino turístico.
“Nos juntamos para soñar en grande, no es cuestión solo de vender comida o atender bien, sino brindar una experiencia a los consumidores”, menciona Juan Andrés Castro, chef y dueño de Maqya.
La propuesta de su restaurante, que se especializa en comida urbana del norte del Perú, es un menú de cinco u ocho tiempos con los platos más vendidos como lomo saltado, el ceviche, la causa limeña, la chicha morada o el suspiro limeño, en una versión más pequeña y a un precio accesible. También ofrece distintos cocteles a base de pisco, una bebida típica del vecino del sur.
Cada plato de Maqya, dice Castro, tiene su propia historia y muchos rememoran épocas de su infancia con su abuelo, que es de Perú. A ese concepto se suman propuestas musicales, de danza o arte y juntas suman una experiencia que sale de los moldes convencionales en un restaurante.
Juan Andrés Castro
Por otro lado, la idea con las degustaciones de varios platos es que los clientes prueben algo diferente en una sola visita, a un precio razonable, y también que de a poco se pierda el temor a visitar restaurantes de especialidad.
Modo Blackout
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Para Amado Alvarado, ir a un restaurante no solo se trata de comer, sino vivir una experiencia placentera con su familia y por un momento olvidar los problemas cotidianos. El último viernes visitó Queso te sirva de experiencia, que también se unió al ‘Modo Blackout’. El momento más esperado es ver cuando el queso fundido se vierte sobre la hamburguesa. Muy cerca de las mesas están dos máquinas racletteras que calientan el producto y que captan la atención de los comensales.
Christian Camino, su propietario, indica que para activar el negocio en hora valle implementaron tres promociones, como la segunda hamburguesa a mitad de precio o por cada tres platos fuertes se obsequia una botella de vino de la casa.
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Leer más“El emprendimiento gastronómico es una lucha diaria, este año le apostamos a la estabilidad que tuvimos hace dos años, con los restaurantes llenos a toda hora”, señala.
A Agrepi están adheridos alrededor de 600 negocios y la expectativa es que se unan la mitad, con el objetivo de potenciarlos en horas de baja afluencia e impulsar el turismo desde la gastronomía. Borja recalca que no es necesario ser parte de la organización y extendió una invitación para que más negocios se sumen a la iniciativa.
En una primera fase, la campaña durará hasta junio, de lunes a jueves, y posteriormente se hará una evaluación, sin embargo, los agremiados esperan que el ‘Modo Blackout’ se convierta en una alternativa permanente.
“Queremos que Quito sea reconocida como una ciudad vibrante, entretenida para que los visitantes encuentren razones para quedarse y así fortalecer la economía local”, señala Diego Vivero, vocero de Agrepi.
Alex Borja
Para Vivero, es importante que la ciudad retome su actividad en la noche, que se vio mermada por temas de inseguridad o por los apagones. Por ello están trabajando con la Policía en algunos aspectos. En zonas con mayor concentración de restaurantes del gremio, los uniformados hacen rondas y patrullajes frecuentes. Además, cuentan con botones de pánico y en el marco de la campaña se reforzará la vigilancia en horarios clave.
El día que se lanzó la campaña, Carlos Andrés Orozco, subsecretario de Desarrollo Turístico del Ministerio de Turismo del Ecuador, mencionó que la capital tiene un gran potencial cultural y gastronómico que debe ser explotado.
“Hay muchos restaurantes, y no solo restaurantes de mantel largo, sino mercados, sitios donde uno realmente puede salir a disfrutar de experiencias que solo se dan aquí. Quito tiene una visión muy cosmopolita, tiene una variedad de muestras, de experiencias gastronómicas que realmente vale la pena conocer”, dijo.