Se retoman trabajos del puente elevado que conecta Quito y el Valle de Los Chillos

Desde este domingo 8 de diciembre, la Prefectura de Pichincha retomó los trabajos de instalación del puente a desnivel en la avenida Lola Quintana, a la altura del puente 8 de la autopista General Rumiñahui.

Esta obra, que busca mejorar la movilidad entre el Valle de los Chillos y Quito, ha enfrentado diversos desafíos a lo largo de su ejecución.

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Varios factores han retrasado la construcción del puente 

La prefecta Paola Pabón explicó en agosto que los retrasos iniciales se debieron a la necesidad de realizar trabajos previos fundamentales para garantizar la calidad y durabilidad de la estructura. Entre estas labores se encuentran el soterramiento de cables y la reparación de redes de alcantarillado y agua potable, acciones que requirieron de estudios adicionales y ajustes en la planificación original.

Sin embargo, uno de los mayores contratiempos se produjo en octubre pasado, cuando un auto de alta gama se impactó contra las vigas del puente en construcción, desplazando la estructura de 50 toneladas varios metros. Este incidente obligó a suspender temporalmente los trabajos.

Cierre de la Autopista General Rumiñahui

Para finalizar esta etapa de la construcción, se realizó un cierre total de un tramo de la Autopista General Rumiñahui el pasado domingo 8 de diciembre, lo que permitió avanzar significativamente en la instalación de la rampa.

La inversión total en este proyecto asciende a  2,3 millones de dólares. Se espera que con la finalización de este puente se descongestione el tráfico en una de las zonas con mayor afluencia vehicular de la ciudad. Además, se estima que los trabajos concluyan a finales de este año.

Esta construcción se desarrolló en tres etapas: cimentación, construcción de columnas y, finalmente, la instalación de rampas. Actualmente, se está evaluando la posibilidad de construir un intercambiador entre los puentes dos y tres para mejorar aún más la conectividad en la zona.

Con la reiniciación de las obras, las autoridades locales esperan que este proyecto se convierta en una solución a largo plazo para mejorar la movilidad y calidad de vida de los habitantes del Valle de los Chillos y Quito.

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