La revisión vehicular de La Florida, rodeada de timadores
Tramitadores serían responsables de estafas en las afueras del centro. Los focos y plumas son dañados adrede. Su reparación costaría hasta el triple
No cesan las denuncias sobre las estafas, presiones y asedios por parte de un grupo de ‘sondeadores’ o ‘foqueros’, en los exteriores del centro de revisión vehicular La Florida, noroccidente de Quito.
La quinta revisión técnica vehicular es la última bala
Leer másEXPRESO realizó un recorrido en el sector y constató que tan pronto un vehículo aparece sobre la calle de ingreso, Florencia Malo, este es abordado por al menos 10 de estas personas.
Si se disminuye la marcha, muchos incluso se abalanzan sobre el automotor. Otros desde la vereda exhiben sus cartelones, donde en grandes letras se leen los servicios que ofertan: “se chequean gases” o “cambio de luces, alineación y balanceo”. Pero otros recurren a la verborrea para ‘enganchar’ al cliente, garantizándole que pasará la revisión sin problema.
Es intenso. Sofocante el acecho. Y dura todo el día, al menos hasta las 17:00.
Paulina Tapia llegó a las 10:30, para realizar el trámite de su auto, modelo 2018. Ella conducía con sigilo, pero a una marcha considerable. Pasó sin voltear a verlos y con los vidrios cerrados. No quería ser retenida por alguno de los personajes de la esquina, manifestó.
Los líos en la matriculación persisten sin una solución
Leer másElla recuerda que hace dos meses casi cae en la estafa más común que se comete en torno a las revisiones de carros: el cambio de focos. Llegaba con el vehículo de su esposo, un martes en la mañana. Su ventana estaba baja y ese fue el pretexto para que uno de los denominados ‘foqueros’ la abordara de paso, tras gritarle que la luz del freno no servía.
“Con eso captó mi atención. Ofreció cambiármela, pero costaba casi el triple de lo normal. Casi nueve dólares. Entonces llamé a mi esposo para contarle esto y él me dijo que no haga nada, que nuestro mecánico vería qué pasaba, así pierda el turno que ya tenía”, relata.
Al final, la mujer corrió el riesgo de pasar la revisión con el supuesto daño y la aprobó sin contratiempos. Todo estaba correcto.
A lo largo de la calle Florencia Malo, de casi 300 metros de longitud hasta el centro de revisión, se sitúan 10 negocios, entre mecánicas y locales de venta de accesorios para autos, además de una que otra tienda de víveres. En uno de estos establecimientos está Juan (nombre reservado). Es el único que se atrevió a hablar y contar lo que sucede en el sector. Dice que operan entre 30 y 50 ‘sondeadores’, la mayoría extranjeros. Son contratados por los dueños de algunas mecánicas para captar clientes y a cambio de cada negocio concretado, a ellos se les adjudica el 20 % de la obra total.
“Esta gente se para en la esquina y no deja pasar a los carros hacia los demás negocios. ¡Es un abuso! De ahí se los llevan a los lugares para los que trabajan. De las estafas se ha escuchado mucho. A una mujer le cobraron 1.000 dólares por cambiarle faros y plumas. Es imposible que cueste tanto ese tipo de reparos”, dice.
Juan también revela que los presuntos estafadores emplean imanes para quemar las luces traseras, aprovechando que el vehículo se detiene ante la presencia de tantos ‘sondeadores’.
Según la Agencia Metropolitana de Control (AMC), de los siete centros de revisión vehicular, el de La Florida es el más conflictivo, debido a estas novedades.
Wellington Sánchez, jefe de operativos de esta entidad, confirma que este año, solo en este sitio, se ejecutaron 47 operativos para controlar el correcto uso del espacio público y la licencia de funcionamiento de los locales.
Negligencia tiene a Quito sin revisión técnica vehicular
Leer más“A través de las redes sociales hemos conocido de estos delitos de estafa. En estos días se clausuraron tres mecánicas donde realizaban reparaciones sin autorización y también una sanción por mal uso del espacio público, es decir, por estar ofreciendo los servicios en la vía pública. La multa por esto es de 212,50 dólares”, precisa.
Además, Sánchez corrobora que muchos de los ciudadanos son persuadidos con violencia para que acojan los servicios que les ofrecen, por lo que pide a la ciudadanía que realice las denuncias para que se inicie una investigación y se apliquen sanciones severas.
En los últimos tres meses, la unidad de policía del circuito Cochapamba 2 ha receptado 10 denuncias por delitos de este tipo. Sandro Aguilar, jefe de Policía, lo confirma. “Siempre estamos haciendo rondas y puntos de quedada. Los usuarios que han denunciado han indicado que los cobros por las reparaciones de los faros llega hasta 500 dólares. Lo recomendable para la ciudadanía es realizar la revisión en una mecánica de su confianza, y hacerlo con tiempo, para no caer en las manos de estas personas por el apuro”.