Revivir zonas fantasmas, el reto del rescate urbano en Quito
Expertos concuerdan que la repoblación debe ir de la mano con la inversión privada
En Quito, los letreros de “se vende” y “se arrienda” se han vuelto una constante en sus calles y barrios. Esta realidad es palpable a lo largo de las avenidas 10 de Agosto, América y La Mariscal, donde los pocos vecinos que quedan, como Daniela Egas, dueña de un almacén de ropa, observan cómo estos lugares se transforman en zonas desoladas. “Esto parece un barrio fantasma, cada vez hay menos personas y negocios”, lamenta.
Para abordar esta problemática, el alcalde Pabel Muñoz propone un proyecto de reciclaje de edificios que impulsaría el desarrollo de la capital. Esta iniciativa se enfocaría en edificios existentes, aprovechando la infraestructura que tienen y poblarlos. Sin embargo, el plan está lejos de cumplirse y enfrenta múltiples desafíos.
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Leer másJosé Morales, secretario de Hábitat, explica que uno de los principales obstáculos es la falta de inversión privada. Construir un edificio nuevo resulta, en muchos casos, más económico que rehabilitar uno antiguo. Además, las normativas actuales, diseñadas para construcciones modernas, dificultan la adaptación de esas estructuras con décadas de antigüedad.
Propuesta de incentivos
Para incentivar la inversión privada y facilitar la implementación de estos proyectos, se están analizando diferentes mecanismos, como descuentos en impuestos y la simplificación de trámites. La meta es evitar que los habitantes de Quito sigan migrando hacia los valles aledaños y fomentar el desarrollo urbano sostenible.
Para generar interés en los habitantes y mejorar su calidad de vida, las autoridades están trabajando en dotar a estos sectores de todos los servicios necesarios. La idea es convertirlos en lugares atractivos y funcionales, donde los ciudadanos puedan vivir, trabajar y disfrutar de su tiempo libre.
La Mariscal, un caso emblemático
Morales menciona que se están enfocando en reactivar el sector de La Mariscal y se ha diseñado un plan integral que incluye la rehabilitación de edificios, el mantenimiento de vías y espacios públicos.
La zona a intervenir comprende desde la av. 10 de Agosto y Colón, Veintimilla, Orellana y Diego de Almagro. El funcionario cree que pueden tener un redesarrollo muy importante, sin embargo este proyecto debe pasar por Concejo Metropolitano para ser analizado.
Con el objetivo de ampliar la cobertura educativa, la concejal Analía Ledesma propone reutilizar los aproximadamente 80 predios municipales que se encuentran en diferentes sectores de la ciudad.
Esto permitiría optimizar las estructuras, incluso las que existen en zonas rurales como Calderón, Pifo y Cumbayá, donde se presenta una gran demanda de espacios para la educación comunitaria y actividades recreativas. Así fortalecerían la oferta educativa en la mayoría de esos predios.
Soluciones integrales
Expertos en construcción, como Leopoldo Ocampo, ven este proyecto como una oportunidad para revitalizar sectores como en la av. 10 de Agosto, donde el abandono se ha acentuado con la implementación del Trolebús. El especialista subraya la necesidad de soluciones integrales que abarquen movilidad, seguridad y servicios básicos, con el objetivo de atraer a los habitantes y reactivar el comercio local.
Para Lenin Lara, catedrático de la UIDE, es importante evaluar la viabilidad técnica de cada edificio. No todos los inmuebles son aptos para ser rehabilitados y, en algunos casos, la demolición podría ser la opción más adecuada.
El docente señala la necesidad de analizar el costo del suelo y la disponibilidad de servicios básicos para asegurar el éxito de cualquier proyecto de rehabilitación. Subraya que la única manera de dinamizar la ciudad es repoblando, aunque reconoce que el elevado costo del suelo en Quito puede complicar este proceso.
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El consultor en construcción, Vladimir Játiva, añade que es fundamental realizar un análisis exhaustivo de las estructuras que se van a intervenir. Según menciona, estos espacios abandonados no solo representan un problema estético, sino también una preocupación en términos de seguridad para residentes y peatones.
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