El ruido de la 'farra' en Cumbayá sigue, pese a la nueva normativa
El cambio de uso de suelo prohíbe la apertura de más bares y discotecas, pero la insonorización de locales está pendiente
El pasado jueves en la noche, el Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano retiró a una decena de personas que bebían en la plaza central de Cumbayá y sus alrededores. Ahí los controles preventivos se hacen semanalmente, y siempre hay resultados.
“Desde el miércoles, todas las noches es lo mismo. Los chicos se instalan a beber en las calles, o se parquean en las calles laterales, y en los bares y las discotecas la música está a todo volumen”, indica Paula Zambrano, residente del sector.
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Leer másEsta señala que, junto a los vecinos del sector, la declaratoria de Protección Urbana Patrimonial para la plaza de Cumbayá sus alrededores establecida en mayo parecía una solución tras años de pedidos y quejas al cabildo, pero tres meses después, la situación es la misma.
“Hasta ahora no hemos visto un cambio significativo en el nivel de ruido. Estamos de acuerdo con que no puedan ingresar más locales a la plaza, pero queremos que se cumpla lo prometido con los negocios existentes, y que se insonoricen los que siguen funcionando para reducir el ruido”, añade.
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Tras la aprobación del cambio de uso de suelo, el secretario de Territorio, Hábitat y Vivienda, José Morales, señaló que en conjunto con la Secretaría de Ambiente, Quito Turismo y los dueños de establecimientos, se trabajaría en un reajuste de la normativa para que los restaurantes implementen medidas de insonorización, y eso explica Pedro Tapia, presidente del GAD Parroquial, sí se ha hecho.
“Los cambios no se hacen de manera inmediata. Al momento, hemos establecido mesas de trabajo con todas las entidades municipales involucradas, así como los dueños de negocios, y se está trabajando en la implementación de las regulaciones”, dice.
José Miguel Salazar, miembro del comité barrial de la localidad también señala que un pedido que han hecho a las autoridades es que se revisen las licencias de los cafés y restaurantes ubicados en la plaza y sus alrededores para constatar que no se estén vendiendo bebidas alcohólicas.
“Hemos constatado con los vecinos, que hay sitios que tienen restricción en la venta de bebidas alcohólicas, porque su licencia es para restaurante, pero venden sin ninguna repercusión”, explica.
Endurecer los controles a los establecimientos
El mes pasado, el alcalde Pabel Muñoz indicó que el Cabildo constatará la situación, tras varias denuncias relacionadas al mal uso de la licencia, pero los moradores afirman, que los controles son insuficientes.
“Es necesario que clausuren los sitios que están incumpliendo con los permisos, y siempre son los mismos. Sin embargo, no vemos que los clausuren o los sancionen”, dice Salazar.
Según Tapia, dicha situación también se ha planteado en las mesa de trabajo.
“Con la nueva normativa hay muchas limitaciones a los negocios que pueden funcionar en este sector para evitar que el centro de Cumbayá se convierta en un Zona Rosa, que es un pedido de los vecinos, y estamos trabajando con los dueños de negocios para que cumplan con la ley”, afirma.
No todos los bares se irán
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Leer másAñade, no obstante, que aunque sí se aplicarán las resoluciones tomadas en las mesas de trabajo, hay cinco bares en el sitio que cuentan con un derecho de preexistencia, por lo que incluso si la normativa actual ya no lo permite, pueden seguir operando como bares y renovar su licencia cada año. Estas licencias están vigentes desde 2011, 2015, 2016, 2017 y 2020.
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La declaratoria de Protección Urbana Patrimonial en la plaza de Cumbayá y sus alrededores impide que ahí abran gasolineras, centros comerciales, estadios y coliseos, industrias de alto riesgo, canteras o establecimientos de trabajo sexual.
Adicionalmente, todos los permisos de construcción deberán ser evaluados por la Unidad de Áreas Históricas de la Secretaría de Hábitat y Ordenamiento Territorial y por la Comisión de Áreas Históricas y Patrimonio del Cabildo.
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