En la Ruta Viva, Fabián contó que está a salvo gracias a su vehículo de alta gama
Vecinos y familiares de los involucrados en el siniestro buscaban información sobre la tragedia
Isabel Enríquez se inquietó mucho al escuchar el ruido producido por la bocina de un camión. Eran algo más de las 09:30 de este jueves 25 de julio del 2024, cuando salió de su vivienda en La Primavera, al oír un estruendo, segundos después.
Para entonces, en la Ruta Viva e Intervalles, en el puente que une Cumbayá y Tumbaco, sentido occidente- oriente, se había producido el siniestro de tránsito. Dos camiones, seis autos pequeños y una moto estaban impactados sobre la vía.
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Leer másIsabel estaba asustada, dice que a lo mejor el conductor del camión naranja no pudo controlar el vehículo y por eso no dejaba de apretar la bocina. “Imagino que quería que le abrieran paso en la vía, pero no lo logro”, contaba frente a la escena.
Del camión naranja casi no se podía ver nada. Otro camión blanco aparecía en la escena, cercada con cinta amarilla por el Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT). En el lugar se encontraba la ambulancia del Cuerpo de Bomberos Quito y sus paramédicos atendían a las personas heridas.
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Hasta cerca del mediodía, el Cuerpo de Bomberos de Quito indicaba que había una persona fallecida. Extraoficialmente se conoce que podría ser el conductor del camión naranja.
Un grupo de allegados de Roger Armando, de 22 años, se acercó a la Ruta Viva. Unos lloraban, otros intentaban tener información sobre lo ocurrido. Escuchaban el relato de la señora Isabel y sufrían pensando en la angustia que debió vivir su familiar.
Una de sus primas, que no quiso identificarse, contó que Armando vivía en Tumbaco y que contaba con licencia profesional. Según aseguró sí tenía experiencia conduciendo camiones; según ella llevaba unos tres años en ese oficio.
Un agente del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito les dijo que ellos trabajan de forma imparcial y que investigarían lo ocurrido. Les pidió facilitarles información y de ser el caso videos del siniestro, que alguien pudo haberles compartido. Su hermano se presentó, tratando de conservar la calma.
Frente a la escena, que incluía familiares de otras víctimas, que conducían algunos de los vehículos afectados en el siniestro, llegaban preguntando por la salud de los suyos. Obviamente no querían hablar, estaban impresionados al ver que los vehículos parecían inservibles. No sabían detalles de la salud de sus parientes.
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Intentando mantener la calma y recibiendo llamadas telefónicas, estaba Fabián Carvallo, de 70 años. En minutos o segundos sus planes para hoy cambiaron. Eran las 09:30 y su plan era conducir hasta el Aeropuerto Mariscal Sucre. Únicamente debía ir por su yerno, que llegaba de viaje.
“Conducía en el carril del medio, cuando sentí un golpe realmente brutal”, recuerda Carvallo, quien no sabía cómo, pero se orilló, mientras veía que el camión naranja iba “a mil kilómetros por hora. Perdió el control, se fue a otro carril”, relata.
Su vehículo negro tenía el lado derecho destrozado. “Mi carro de alta gama fue un seguro de vida este día”, dijo Fabián.
En el lugar todo era confusión. Agentes de tránsito, policías y bomberos atendían la emergencia, que provocó cierres viales.
El primo de un motociclista llegó y preguntaba por la salud de su familiar. Le dijeron que estaba grave. Otros vecinos de la zona contaban que vieron que el conductor del camión naranja incluso sacudía la mano pidiendo que le abran paso.
“Creo que se le fueron los frenos, querían que le den paso”, comentaban en grupo otros vecinos y niños.
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