Quito: La Ruta Viva, una gran vía con problemas de inseguridad

“Es una gran vía y también una gran ruta de escape”. Así describe Ángel, morador del barrio Santa Rosa, a la Ruta Viva, la arteria vial que pasa por su sector. 

El hombre, quien prefirió omitir su apellido, trabaja en un taller mecánico de la zona desde hace seis años. En ese tiempo ha visto toda clase de incidentes, desde siniestros de tránsito hasta robos. “Son pan de cada día”, dice.

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El negocio fue blanco de la delincuencia hace dos años. Se robaron varias piezas de autos y otras herramientas. Afortunadamente, señala, fue la única vez. Después del robo colocaron una sirena y dos cámaras de seguridad. “En la noche y madrugada vemos cómo espían autos, muchos sin placas, desde la vía. Hacemos sonar la alarma y se van”, revela.

A otro joven que trabaja en el lugar le robaron su teléfono y dinero hace 15 días. Estaba en la parada esperando el bus, en el carril contrario a la mecánica, y dos hombres le abordaron. Sin oponerse, les entregó sus pertenencias.

Una extensa vía

La Ruta Viva, de 13,6 kilómetros, es una de las principales vías que conecta a Quito con el valle de Tumbaco y con el aeropuerto Mariscal Sucre. Atraviesa más de 21 barrios y en gran parte de ella hay zonas desoladas. Al tratarse de una gran arteria, Ángel señala que es fácil para los delincuentes huir por ella.

Las redes sociales también son una plataforma para difundir otros casos. Hace un mes se conoció el video de un conductor que fue rebasado mientras iba por esa vía, en el acceso por la avenida Simón Bolívar. El vehículo sospechoso prendió las luces de parqueo y le bloqueó el paso. Un hombre se bajó, pero la posible víctima no se detuvo, lo esquivó y siguió su marcha. El hecho se registró a las 02:30.

Armados en la Ruta Viva

A Andrés R. le ocurrió algo similar. El último sábado, mientras circulaba por la Ruta Viva hacia Cumbayá, un automóvil lo rebasó y otro le chocó por la parte de atrás. El hombre no paró, pero llegó a una curva y nuevamente uno de los vehículos le cerró el paso. Cuatro hombres descendieron del carro y le apuntaron con armas, pero Andrés no se bajó.

“No sé si me querían robar o secuestrar. Hice una maniobra y logré escapar. Afortunadamente no dispararon, porque la historia sería otra”, afirma el conductor.

Andrés prefirió no presentar la denuncia. Solamente se comunicó con su aseguradora por los daños causados al auto, tras el impacto.

Cuatro denuncias en 2024

Mauricio León, subcomandante del Distrito Metropolitano de Quito, informa que en lo que va de 2024 se han registrado cuatro denuncias por intento de secuestro en la Ruta Viva. Admite que esta cifra puede distar de la realidad debido a que muchas personas no denuncian, como el caso de Andrés.

“Muchas víctimas no denuncian porque manifiestan que el trámite es engorroso. El problema es que sin ese trámite, los casos no pueden avanzar y los delincuentes quedan en libertad”, sostiene el oficial.

Debido a los frecuentes delitos en esta extensa vía, León asegura que los operativos se han intensificado, sobre todo en la noche y madrugada. El horario en el que más incidencias de este tipo se han registrado va de 22:00 a 02:00, entre jueves y sábado.

'Modus operandi'

“El delito muta y va proliferando”, asevera el oficial sobre el accionar de las bandas delictivas. Explica que el perfilamiento que hacen los mafiosos ya no es de días, ahora es en cuestión de ‘instantes’. Mientras deambulan en sus vehículos por la vía, detectan a sus posibles víctimas.

Según León, a lo largo de la vía patrullan cuatro equipos de la Policía con 12 motocicletas todos los días, lo que ha permitido disminuir los robos.

Los moradores de barrios como Santa Rosa y San Patricio Alto señalan que, al ser una vía extensa, debería haber más agentes y también que coloquen cámaras de videovigilancia.

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