Depresión y ansiedad: Un desafío que persiste en la salud mental de los quiteños
Uno de cada cuatro quiteños presentan depresión, ansiedad, pánico, estrés e irritabilidad
La salud mental se mantiene como un desafío en Quito. Si bien los casos de suicidios tuvieron una ligera reducción en 2024, en donde se registraron 243, frente a los 260 de 2023, la situación todavía es preocupante.
En 2024, el Concejo Metropolitano expidió la ordenanza para la promoción, prevención, atención y gestión comunitaria de la salud mental en el Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), con el objetivo de fortalecer el bienestar emocional de la ciudadanía.
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El edil Andrés Campaña, presidente de la Comisión de Salud que emitió la ordenanza, señala que la realidad era y aún es preocupante debido a que uno de cada cuatro quiteños presentan depresión, ansiedad, pánico, estrés e irritabilidad.
Por ello, uno de los principales objetivos este 2025 es realizar una campaña intensiva de difusión e información completa sobre el cambio de comportamientos y salud mental en el DMQ.
Según datos de la Secretaría de Salud, en 2024 ya realizaron más atenciones en unidades metropolitanas con un total de 40.419, además de 138.932 atenciones en brigadas comunitarias y 1.735 atenciones mediante teleconsultas.
Uno de los desafíos es seguir fortaleciendo la política pública, en especial, la relacionada con el fenómeno biopsicosocial y económico de las drogas y la reducción en los casos de suicidios.
Acercar la salud mental a la comunidad
Como parte del plan también se implementarán estrategias para garantizar los derechos de las personas con problemas de salud mental, en concordancia con los instrumentos legales de derechos humanos.
Además, se busca acercar la salud mental a la población, es decir, que la comunidad pueda hablar abiertamente sobre sus problemas, que aprenda a identificarlos y, de ser el caso, busque ayuda profesional.
El Municipio asegura que se capacitará a líderes comunitarios, estudiantes, profesores, quienes desempeñarán un papel clave en la detección temprana de casos que requieran atención especializada.
También, los psicólogos comunitarios brindarán espacios de diálogo y contención emocional y, en caso de detectar situaciones de riesgo, activarán los recursos para garantizar la atención adecuada.
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