San Rafael: ruido, alcohol e inseguridad invaden las calles
Moradores solicitan reubicar los bares y discotecas. El Municipio no cuenta con una solución
Las calles antes tranquilas se han convertido en un escenario de fiesta desenfrenada que perturba la paz de los residentes. Música a todo volumen, bailes callejeros y consumo de alcohol en la vía pública han transformado las vías de San Rafael, una de las zonas rosas del Valle de Los Chillos, especialmente la calle Giovanni Farina, en un foco de inseguridad y ruido que tiene en vilo a los vecinos.
Lo que inicialmente eran locales nocturnos donde amigos y familiares se reunían para compartir, mutaron en su mayoría en discotecas que operan hasta altas horas de la madrugada. La falta de espacios de estacionamiento obliga a los clientes a ocupar las aceras y calles aledañas, donde continúan la fiesta con sus parlantes, generando molestias a los residentes.
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Los vecinos denuncian que establecimientos incumplen la normativa municipal que exige una distancia mínima de 100 metros entre estos locales y unidades educativas o establecimientos de salud.
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Leer másUn recorrido por la zona realizado por EXPRESO evidenció la presencia de cinco establecimientos educativos, consultorios médicos y servicios de bienestar social rodeados por licorerías y bares a lo largo de esta calle y se extienden hasta dos cuadras.
Marcelo Albán, representante del sector, describe la Zona Rosa como un lugar inseguro debido a la bulla, los enfrentamientos callejeros y la evidente presencia de personas en estado etílico.
Comenta que hace 30 años esta zona era residencial y con el pasar de los años se fue implementando el comercio, pero que no había problemas. Hasta hace 10 años que las autoridades de esa época establecieron ese sector como Zona Rosa.
Según el representante, este problema se da desde hace diez años y se intensificó después de la pandemia, bares y restaurantes de otras zonas vieron en San Rafael un lugar para emprender.
Y es que han constatado que estos establecimientos en su mayoría carecen de salidas de emergencia adecuadas y sistemas de insonorización efectivos. “El volumen excesivo de la música impide el descanso de los residentes y afecta al entorno”.
Freddy Mena, director de Planificación Territorial del Municipio de Rumiñahui, reconoce que la delimitación de la Zona Rosa se hizo en 2014, sin un proceso claro de participación y socialización, lo que explica la presencia de establecimientos educativos colindantes con esta área.
Marcelo Albán
Asegura que han identificado establecimientos que solicitan permisos para actividades económicas compatibles con el uso de suelo, pero luego operan como bares o discotecas sin autorización. Se han detectado dos casos de este tipo en la zona que fueron clausurados.
El perímetro delimitado entre la avenida Ilaló, la calle Isla Española y la calle Giovanni Farina, se extiende un laberinto de 15 establecimientos que, según las autoridades, operan con permisos de funcionamiento. Sin embargo, la realidad que describen los residentes es muy distinta. Gloria Soto denuncia que se han registrado robos, vandalismo en las fachadas de las viviendas y el uso indebido de la vía pública como urinario.
William Aigaje, presidente de la Asociación de Locales Turísticos de El Triángulo, asegura que hace falta la actualización del Plan Metropolitano de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (Pmdot) y el Plan de Uso y Gestión del Suelo (PUGS) en la zona. “Este plan incumple con las normativas vigentes”, señala, lo que ha generado un choque entre la actividad nocturna y los derechos de los residentes.
Aigaje afirma que cumplen con todos los permisos y requisitos exigidos por la normativa municipal. Incluso, han presentado propuestas para mejorar el espacio público con la implementación de aceras escénicas que cuentan con vegetación e iluminación.
María Fernanda Cartagena
Acciones municipales
La falta de una estrategia concreta para abordar los problemas de la Zona Rosa de San Rafael genera incertidumbre entre los residentes y los propietarios de locales nocturnos. Si bien las autoridades reconocen la ausencia de acciones contundentes en el pasado, aseguran estar trabajando en nuevas normativas y planes para encontrar una solución sostenible.
Freddy Mena explica que se está actualizando el plan de desarrollo y ordenamiento territorial, así como el plan de uso y gestión del suelo. Dentro de este último, se revisará la zonificación de la zona para determinar la pertinencia de la actividad comercial nocturna en el área.
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