La Semana Santa cierra en Quito con la procesión en honor a la virgen María
Este evento se dio en San Marcos, centro histórico, para recordar la pena que enfrentó la Santa ante la crucifixión de su hijo
El barrio San Marcos, en el Centro Histórico de Quito, también se sumó a uno de los últimos eventos religiosos, en conmemoración a la vida, pasión y muerte de Jesucristo, que se recuerda esta Semana Santa.
Los moradores organizaron una procesión denomina “La soledad de María”, la que se prolongó por diferentes calles de este tradicional vecindario.
El párroco de la iglesia del mismo nombre del barrio, Tito Heredia, mencionó que este acto religioso pretende ser un hilo conductor entre el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección.
“Cristo está en el sepulcro y María, su madre, que estaba al pie de la cruz, está sola. Eso es la soledad de María y la iglesia acompaña en este momento a la Virgen, que es la imagen de la iglesia”, dijo el clérigo.
⛪️ #ViernesSanto | A lo largo de la procesión en Quito, hay estaciones donde se recuerdan los momentos que vivió Jesús antes de ser crucificado. Mientras la imagen sagrada avanza en el viscrusis, algunos católicos rezan, otros cantan y escuchan los salmos en los altoparlantes. pic.twitter.com/3nURIrLnQ2
— Diario Expreso (@Expresoec) April 7, 2023
Como parte del desfile, también se contó con la participación de bandas de paz de estudiantes egresados de los colegios aledaños.
También se hizo presente el grupo folclórico de baile Ñucanchi Allpa y la comunidad de fieles creyentes de la parroquia.
Una de las asistentes, mientras realizaba diferentes rezos en el trayecto, comentó que su objetivo, al sumarse a la procesión, es acompañar a María en su dolor por la pérdida de su único hijo.
“Ella se encuentra totalmente desolada, sola, triste e inconsolable, pero también esperanzada en que resucitará a una mejor vida. Eso es lo que recordamos y por lo que caminamos”, agregó Esperanza.
Como datos históricos se rescató que en el siglo XVII ya se realizaba esta procesión de la soledad, pero partía de la iglesia de Santo Domingo que en ese entonces también era parte de San Marcos. Desde entonces, pese al paso de los años esta tradición se mantiene viva.
