Sequía en Quito: ¿Cuál es el riesgo de un desabastecimiento total de agua?
Autoridades dicen que los embalses no llegan a niveles críticos La planta Puengasí es la que tiene un mayor déficit
La grave sequía que enfrenta el país y la región ya le pasa factura al menos al 5,4 % de la población de Quito, con cortes de agua en como mínimo cien barrios del sur y centro que son abastecidos por la planta Puengasí.
El 11 de noviembre, el alcalde Pabel Muñoz ya advirtió sobre los racionamientos. “Si no llueve, nosotros vamos a tener también que tomar alguna decisión”, dijo. Agregó que es mejor “adelantarse” con cortes diarios de una o dos horas y evitar suspensiones de 14 horas.
Le invitamos a leer: Pabel Muñoz dice que el Gobierno mira detalles para la serenata quiteña
Quito: 1.000 comerciantes autónomos serán reubicados en cuatro megaferias
Leer másUn día después el anuncio se hizo oficial y los racionamientos de agua preventivos son de hasta 10 horas diarias. Muñoz mencionó que la sequía que sufren los embalses que abastecen a la capital obligó a que la Empresa de Agua Potable (Epmaps) implemente la medida.
La ciudad cuenta con cuatro embalses: Salve Faccha, Mogotes, Sucus y Mica, que almacenan 38 millones de metros cúbicos de agua. El primero, que es parte del Sistema Integrado Papallacta, tiene una cota máxima de operación de 3.890 metros sobre el nivel del mar (m s. n. m.) y una mínima de 3.882 m s. n. m. Hasta el 13 de noviembre se ubicó en 3.887, a solo cinco metros del nivel mínimo.
En el embalse de la Mica el panorama es similar. Allí el nivel mínimo es de 3.912 y se encuentra en 3.916. Pese a ese escenario, la gerente de Epmaps, Teresa Sánchez, señaló durante su comparecencia en la Comisión de Salud del Concejo que si bien los niveles han disminuido, todavía falta para llegar a un escenario crítico, más bien atravesamos un nivel ‘precrítico’, dijo, y recalcó que el suministro en la capital se ha mantenido.
Las zonas del centro y sur, donde ya se implementaron cortes preventivos, son abastecidas por la planta de Puengasí, que a su vez se alimenta del río Pita. Desde el inicio de la sequía su caudal ha disminuido alrededor de 300 litros por segundo.
Déficit de agua en la ciudad
En ese contexto, ¿cuál es déficit de agua en la ciudad?, ¿estamos en riesgo de quedar desabastecidos? En una entrevista, Muñoz mencionó que no hay una cifra del déficit, pero lo cierto es que en comparación con 2023, Quito tiene menos agua y también reservas.
“Todavía tenemos una distancia de la cota mínima, pero debemos desacelerar el nivel de consumo, porque si no la distancia se va a achicar. Y si pasa, tendríamos cortes de 12 o 14 horas y ya no solo se afectaría al 5 % de la población, sino al 100 %”, proyectó.
Para Bert de Bievre, secretario técnico del Fondo para la Protección del Agua (Fonag), el escenario podría ser mucho más grave. Sin embargo, en las fuentes de agua, es decir el origen de donde proviene el líquido vital, no hay un déficit preocupante y más bien resalta su buen estado de conservación.
En donde sí hay una mayor carencia, agrega, es en la cuenca del Pita y debido a la escasez de lluvias el caudal ha bajado hasta un 20 %. “La falta de precipitaciones es significativa, pero la reducción del caudal es relativamente moderada, situación que sin los trabajos de conservación en la reserva de páramo sería mucho más grave”, describió.
De Bievre sostiene que si bien el estado de preservación en las fuentes de agua en general es óptimo, existen presiones, especialmente en sistemas pequeños como el Atacazo, que abastece a los barrios altos de la capital.
Tarifa diferenciada del agua en Quito: ¿Cuál es el costo actual?
Leer másDos años de sequía en Quito
De su parte, Marcos Villacís, ingeniero civil especializado en hidrología y docente de la Escuela Politécnica Nacional, señaló que por la sequía del año pasado, que se dio por la variabilidad del clima y que se fortaleció con el cambio climático, los reservorios de agua como represas, embalses, páramos, entre otros, ya se fueron vaciando y no hay una recuperación inmediata.
Y este 2024 se presentan condiciones similares por lo que los sistemas de abastecimiento de agua de la ciudad están al límite y pueden llegar a fallar, por lo que “toda precaución no está de más”.
En ese sentido, indica que es importante que se recuperen los niveles, pero también que la ciudadanía tome conciencia sobre el consumo del líquido vital, que en Quito es de un promedio de 146 litros diarios por persona, cifra que contrasta con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 100 litros diarios por persona.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!