Servicio de emergencias psicológicas en Quito: así funciona

Seis psicólogos de la Secretaría Metropolitana de Salud de Quito atienden llamadas telefónicas, que les transfiere el Sistema Integrado ECU-911, para atender riesgo suicida y emergencias psicológicas. Lizeth Borja es una de los profesionales, que escucha a personas con pensamientos, planes suicidas y que han definido y cuentan con medios para quitarse la vida.

El 10 de septiembre de cada año se conmemora el Día Mundial de la Prevención del suicidio, desde el 2003, gracias a una iniciativa de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP), apoyada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En el planeta, una de cada 100 muertes es consecuencia del suicidio y cada año se suicidan unas 700 mil personas, por lo que constituye la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años. En América, alrededor del 79% de suicidios ocurre en hombres.

En Ecuador, según datos del 2023 del Ministerio de Salud, más de 1.000 personas mueren al año por heridas autoinfligidas y se calcula que por cada suicidio registrado hay cerca de 20 intentos.

¿Cuáles son los teléfonos de ayuda?

Mañana, 11 de septiembre del 2024, se cumplirá un año desde que se puso en marcha la atención de primeros auxilios en salud mental, en Quito.

Un equipo de psicólogos coordina con el ECU-911 (para casos urgentes, como intentos de suicidio) y también con la línea 101 opción 9 para la teleconsulta en salud mental (citas psicológicas no emergentes). Ambos servicios registran 14.173 atenciones.

Las cifras de Ecuador

La psicóloga Lizeth Borja contó que 1.150 personas han llamado, por riesgo suicida y atención psicológica debido a crisis emocionales y síntomas de depresión. Ella comenta que acceden al servicio de atención telefónica como secuela de la pandemia, por covid-19, que causó aislamiento, crisis por problemas sentimentales, familiares, económicos, jurídicos. Pero, remarca, el primer desencadenante son los problemas sentimentales. Hasta el año pasado recibían 70 llamadas al año.

Los pedidos de ayuda

• De las 1.150 personas atendidas, 255 son jóvenes adultos, de 20 a 39 años, en riesgo suicida, son quienes más han buscado ayuda.

• También 92 niños y adolescentes, de 10 a 19, han llamado al 911.

• Solamente han atendido 14 llamadas de adultos mayores, con riesgo suicida. La mayoría a través de familiares o allegados.

¿Cómo es el servicio psicológico?

El ECU-911 recibe llamadas y las transfiere al servicio de primeros auxilios en salud mental, de Quito. También, policías y más equipo de primeros auxilios acuden a puentes como el del Chiche, tras observaciones de posible riesgo, en las cámaras de video vigilancia, y los pone en contacto con las víctimas.

La Policía Nacional retira a la persona del riesgo inminente y posteriormente, los psicólogos de la Secretaría de Salud aplican primeros auxilios psicológicos. Borja explica que usan el plan A, B, C, D, E, que implica asegurar la seguridad de la persona, si no hay riesgo físico o emocional; luego crear un vínculo a través de la escucha activa, empatía y comprensión.

Además los psicólogos les ayudan a desarrollar técnicas de respiración, para reducir la ansiedad, la angustia y el pánico. Cuando la persona está más tranquila, se busca conectarla con una red de apoyo familiar o con una institución que le brinde ayuda.

Síntomas de alerta

• Si un familiar o amigo se aísla, evita dialogar, pese a que antes hablaba mucho.

• Si una persona tiene un diagnóstico sobre salud mental, como depresión o ansiedad, no lo deje sola.

• Si escucha que le dicen que no tiene ganas de seguir viviendo, que le cuesta hacer sus actividades.

• Excesivo consumo de sustancias psicotrópicas.

Otras estrategias del Municipio de Quito

Con la estrategia de salud mental comunitaria, en la que participan 33 psicólogos, se han fortalecido la promoción y prevención a través de acciones en diversos espacios comunitarios. También hay una estrategia de escuelas saludables, que involucra a 20 psicólogos, para identificación temprana de factores asociados a la depresión, ansiedad, riesgo de suicidio, exposición a la violencia, y el uso de alcohol, tabaco y otras drogas en las unidades educativas municipales.

Desde octubre de 2023 hasta agosto de 2024, las dos estrategias han registrado 99.478 atenciones.

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