Quito: El soterramiento de los cables de la urbe avanza a paso lento
Cuatro entidades municipales y públicas comparten la competencia. El centro e hipercentro son prioridad
“A París le tomó treinta años soterrar todos sus cables”, reflexionó Carlos Bastidas, jefe de Proyectos Especiales de la Empresa Eléctrica de Quito (EEQ).
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Leer másY aunque se espera que en la capital este proceso no tarde tanto, es innegable que no será inmediato.
En septiembre del año pasado, tras cinco años en la mira del Concejo Metropolitano, la Comisión de Conectividad logró aprobar la ordenanza 042, que regula el soterramiento de los ‘tallarines’ de la capital.
En años anteriores, desde 2012, específicamente, la EEQ ya había realizado el soterramiento de los cables de electricidad, principalmente en el Centro Histórico, La Ronda, La Loma Grande, San Blas, San Roque y otras zonas. Pero los cables de internet, TV Cable y telefonía eran otra historia.
“Hubo un período de coordinación con el Municipio y se realizaron estos proyectos, en los que se invirtieron $ 70 millones, pero luego no se pudo continuar”, dijo Bastidas.
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Leer másCon la aprobación de la ordenanza, el soterramiento ya no es discrecional, sino que es parte de la regulación territorial. En la normativa, por ejemplo, se obliga a las nuevas construcciones a soterrar los cables de toda la cuadra donde se instalan, y también se definen cifras exactas: se deben soterrar 75 kilómetros de cables al año, ni más ni menos.
Pero cumplir con esta cifra presenta sus propias complicaciones, como lo explicó Carolina Ramírez, gerente de Obras Públicas de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop).
“Tenemos que siempre estar mirando las interferencias, pues hay que considerar la altura a la que se encuentran las redes de tuberías y alcantarillado, el estado del arbolado público, que tiene su propia normativa, y las redes de las operadoras de telecomunicación. Es un trabajo que se debe hacer mancomunadamente (...) y que debe tener una planificación previa, pues las calles deben poseer la infraestructura adecuada para este tipo de trabajos”, señaló.
En este proceso, además de la Epmmop, que realiza la obra civil y la EEQ, que se encarga de los cables de electricidad, también intervienen la Secretaría de Territorio, Hábitat y Vivienda del Cabildo, que es responsable de desarrollar el Plan Metropolitano de Intervención de soterramiento, y el Ministerio de Telecomunicaciones y de la Información (Mintel), cuya labor es diseñar el Plan Metropolitano de Intervención, que define la creación de polígonos de soterramiento.
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Leer másPor ahora, la Epmmop y la EEQ trabajan en las zonas donde ya existe la infraestructura para realizar mantenimiento, renovación y repotenciación: El Centro Histórico, La Mariscal y la República del Salvador.
La Epmmop tiene listos los diseños para los polígonos que se colocarán en La Pradera y San Blas, mientras que la EEQ avanza en las zonas colindantes al parque La Carolina, El Batán y la av. Portugal.
“En estos sectores estamos trabajando en la renovación tecnológica de la infraestructura y en la repotenciación de la red para atender a nuevas cargas”, explicó Jorge Revelo, jefe de Operación y Mantenimiento de la Zona Centro.
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Leer másPero mientras las obras avanzan, las entidades calculan que el proceso para que Quito esté libre del 70% de sus ‘tallarines’ tomaría de entre 3 a 5 años, por la necesidad de diseñar y crear la infraestructura.
“No es cuestión de abrir todas las calles. Se debe hacer un trabajo ordenado y planificado”, afirmó Bastidas. Con él concordó Rodríguez, quien indicó que la próxima administración deberá continuar desarrollando un plan macro para el soterramiento, sobre todo en las zonas de crecimiento vertical de la ciudad. “Se trata de un trabajo permanente ”, aseguró.