El teatro infantil tiene un nicho en el valle de Tumbaco
Tras dos años de cierre, El Telón de Aquiles reabrió sus puertas El público en crecimiento de la zona es familiar, por lo que apuestan por las obras para chicos
Tres hombres y una mujer disfrazados de animales de circo se mueven sobre el escenario. Pese a que no son duendes, son trabajadores de la fábrica de juguetes del Polo Norte. Tienen una preocupación común: superar una avería en una máquina para que los juguetes lleguen a tiempo para la época festiva.
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Leer másEsta es la trama de ‘Fábrica de juguetes’, del colectivo Dadá o Nada, obra que cerró la temporada teatral del Telón de Aquiles, sala escénica ubicada en el valle de Tumbaco. El espacio reabrió sus puertas recientemente, tras dos años de cierre. Así lo indica su administrador, el actor César Salazar.
“Después de la cuarentena decidimos cerrar las puertas porque no era posible sostener las operaciones sin público. La gente estaba muy temerosa de estar en espacios cerrados y era obvio que no iba a resultar una reapertura. Ahora, dos años después de que la situación sanitaria se ha normalizado, nos pareció el momento ideal para reabrir y para ofrecer una oferta continua”, explicó.
El teatro, ubicado en el tercer piso del centro comercial Ventura Mall, se inauguró originalmente en 2007 como sede del cine OchoyMedio en este sector en crecimiento. No obstante, las fluctuantes cifras de audiencia llevaron a su eventual cierre, y en 2016 este se convirtió en el Telón de Aquiles, liderado en aquel momento por el afamado actor Christoph Baumann. Dramas, comedias e incluso stand-up comedy formaron parte de la cartelera del lugar, pero al igual que el proyecto previo, afianzar un público se convirtió en un problema.
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Leer más“Pese a que el teatro tiene aquí desde 2016, no se ha publicitado masivamente. No mucha gente, incluso del sector, sabe que estamos aquí. Hay quienes llegan de casualidad, o por la publicidad que hacemos en Facebook, y ese es el reto que tenemos para el próximo año: darnos a conocer y generar una audiencia que regrese continuamente”, agregó Salazar.
Este señala que, desde su reapertura, han recuperado el 50 % de su público; pero de este porcentaje, solo la mitad acude de alguna de las ocho parroquias rurales que conforman el valle. El porcentaje restante procede de Quito.
Para el 2023 se volcarán al teatro infantil y familiar. “La reapertura nos permitió empezar de nuevo, y por ende, hemos ido probando a ver qué funciona. Notamos que el teatro infantil o familiar es el que mejor acogida tiene, sin importar que sean funciones matutinas o vespertinas. Los valles son atractivos para familias jóvenes, y los fines de semana o incluso entre semana buscan actividades para los chicos. Hemos tenido excelentes resultados y consideramos que ahí está la clave para la sostenibilidad del espacio”.
Este año la pieza de mayor acogida fue la obra ‘Andes’ (del colectivo Imagino Teatro), que relata la vida del deportista Richard Carapaz. La puesta en escena, que contó con una temporada corta, vendió casi en su totalidad los 95 asientos disponibles para cada función.
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Leer másEn 2023, la obra volverá a presentarse, así como otras para niños de 2 a 5 años, chicos de 5 a 12 y adolescentes. A esto se suman los talleres y cursos teatrales para jóvenes y adultos, que también son una apuesta para reforzar el financiamiento del teatro.
“Si lo que la gente está buscando es teatro infantil, entonces es lo que le daremos, y de paso vamos formando un público infantil que se enamorará de las artes escénicas”.