Quito: Los temas de coyuntura dividen a concejales y al alcalde Pabel Muñoz
Los ediles critican y piden priorizar las problemáticas de la ciudad. La ordenanza de 2023 señala la forma del orden del día
La ruptura se intensifica. Ayer, la sesión del Concejo Metropolitano de Quito arrancó en medio de un ambiente tenso, síntoma de un descontento que se agravó desde la reunión anterior del 16 de julio, que provocó que la cita se suspendiera por falta de quorum.
La división entre el alcalde Pabel Muñoz y los ediles se acentúa frente a la falta de discusión sobre temas prioritarios como la inseguridad, el desempleo, el comercio informal, el funcionamiento del metro, la reciente suspensión del contrato de la bicicleta pública y la propuesta de cantonización de las parroquias rurales.
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El edil Andrés Campaña dio cuenta de la tensión. Habló de la urgencia de que tanto el alcalde como el Concejo trabajen en conjunto para resolver las problemáticas más apremiantes de la ciudad, especialmente la inseguridad y el caos en la movilidad. “Existen problemas evidentes que no se están tratando. Los temas que se discuten en el Pleno son principalmente administrativos”, consideró el edil.
Uno de los temas que ha quedado afuera de la agenda es la terminación del contrato de bicicletas públicas. Campaña destacó la contradicción entre el Plan Maestro de movilidad sostenible, que promueve el uso de ese transporte alternativo, y la eliminación de ese servicio. “Estas incongruencias son las que hemos pedido poner sobre la mesa para que la normativa no quede en letra muerta”, enfatizó.
La edil Analía Ledesma también cuestionó. Recalcó que la ciudadanía exige soluciones concretas a problemas como el comercio informal y la movilidad. “Se debe establecer un orden del día amplio, que priorice los temas urgentes, como la solicitud de seis exalcaldes para que se trate seriamente el tema del estatuto autonómico, que permitirá descentralizar las administraciones zonales y mejorar la gestión local”, señaló.
Una ordenanza que limita
La concejal también lamentó la reciente reforma que limita la capacidad de los ediles para modificar el orden del día, una medida que, según ella, restringe el debate y la fiscalización. “Si el alcalde quiere un concejo callado, no lo tendrá. No estoy en campaña... solo quiero defender los intereses de la ciudadanía”, afirmó.
Con ella coincidió Daniela Chacón, exvicealcaldesa de Quito y directora ejecutiva de Fundación Tandem, quien consideró que la crisis política e institucional que ha aquejado al Cabildo durante años ha convertido al Concejo en un espacio de conflicto, lo que derivó en la aprobación de dicha ordenanza.
Chacón aseguró que esta medida es un retroceso en la transparencia y en la rendición de cuentas, ya que limita la capacidad del Concejo para debatir temas coyunturales. Agregó que dejar al órgano sin quorum es “la única forma que tienen” los ediles de que sus pedidos logren asidero.
El exalcalde Paco Moncayo destacó la importancia del Concejo para representar a la jurisdicción territorial y subrayó la necesidad de plantear soluciones. El pleno “no solo legisla y fiscaliza. El alcalde debe procurar que todos se pongan la camiseta de Quito y dejen de lado las camisetas de sus partidos”, mencionó. Además, indicó que el deseo de las parroquias de cantonizarse es una señal de que no están siendo atendidas adecuadamente.
Muñoz, por su parte, defendió que la agenda del Concejo se arma con las propuestas que vienen de las comisiones, presididas por los propios ediles. “Estamos poniendo los temas que piden los concejales”, manifestó frente a los cuestionamientos.
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