Quito

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Usuarios del terminal de Carcelén se quejan del estado de la infraestructura, la falta de espacios para esperar y de la inseguridad.ANGELO CHAMBA

Quito: La terminal de Carcelén también será renovada

Tras quince años sin intervención, la estación del norte también será intervenida. Usuarios piden mejorar la seguridad

Incomodidad, disgusto y mal humor. A horas pico, ese es el ambiente que se vive en la Terminal Interprovincial de Carcelén, por donde a diario transitan 10,809 pasajeros. Y es que, temprano en las mañanas y al caer la tarde, cientos de pasajeros se disputan las filas para tomar los buses interprovinciales e intercantonales que salen desde ahí, o para integrarse al sistema de buses y articulados de la capital.

Las quejas de los usuarios son numerosas. La infraestructura está gastada y presenta daños, no hay suficientes asientos para quienes esperan, los pocos espacios techados son insuficientes para guarecerse de la lluvia, y la inseguridad. La inseguridad, afirman tanto trabajadores del sitio como pasajeros, es el pan de cada día.

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“Hay que tener cuidado, sobre todo en la noche porque ni bien uno pone un pie afuera de la estación, le roban al que está solo”, afirma Ariana Madrid, usuaria habitual del sitio. Para ella, llegar a la estación del trabajo, implica una labor de autocuidado, que incluye avisarle a su esposo cuando está por bajar del bus para que la espere al pie del ingreso a la terminal.

Para otros, el problema son los arranchadores. “En todos los buses, siempre hay que tener la mochila o la cartera hacia adelante, para que no se la abran o se la corten, pero en Carcelén, sobre todo en las mañanas, hay que tener mucho cuidado. No hay suficientes controles”, explica Jeison Imbaquingo, otro usuario.

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A inicios de julio, la Empresa de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) inició las obras de recuperación de la terminal y plaza comercial de Quitumbe, al sur de Quito, inaugurada a la par que la de Carcelén, hace quince años. Pero la noticia no fue recibida con alegría por los usuarios del norte de la ciudad, quienes consideraran que ahí las obras han quedado rezagadas.

“Hasta Quitumbe ya llega el metro, y ahora tendrán una terminal nueva y moderna. ¿Y el norte para cuándo?”, cuestiona Deisy Collaguazo, pasajera de Carcelén.

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Daños son visibles en el mobiliario y la calzada de la terminal.ANGELO CHAMBA

Madelayne Morocho, gerente de Terminales y Estacionamientos de la Epmmop afirma que la rehabilitación sí llegará hasta Carcelén y que lo hará en el último trimestre del año, a partir de octubre.

“Carcelén no ha quedado de lado, está dentro de este proceso de renovación de las terminales, microregionales y estacionamientos de Quito que estamos llevando a cabo y se hará una inversión de $555,000 principalmente en infraestructura y mejoramiento”, señala.

Según la funcionaria, la prioridad se le está dando a la renovación y extensión de los tensores diagonales o techos, para cubrir a los usuarios, y en generar salas de espera cómodas. También se renovará la iluminación, las baterías sanitarias, la fachada y se colocará señalética vial.

“Los ciudadanos se acostumbraron a una infraestructura deteriorada y deficiente. Las terminales no fueron atendidas durante quince años y la infraestructura ya había cumplido su vida útil. Nuestro objetivo es brindar un servicio de calidad a los ciudadanos, y para ello es necesario intervenirlas”, afirma.

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Morocho agrega que la restauración de Quitumbe y Carcelén se tomó en cuenta desde el año pasado, pero que no existían estudios para ello, por lo que primero se generaron mesas técnicas con los comerciantes y las operadores de transporte en cada sitio y así determinar las necesidades.

Añade que una de las nuevas mejoras que se implementará es un circuito de vídeo vigilancia con el que se espera mejorar y reducir los índices de inseguridad de la que tanto se quejan los pasajeros.

Una vez iniciados, se estima que los trabajos en Carcelén tomen aproximadamente seis meses.

Automatizar, el siguiente paso

De los $ 4 millones de dólares que se invertirán en renovar las dos terminales y las microregionales, $3.8 millones de ellos se destinará a la automatización de los servicios. Según la Epmmop este es un paso más en el proceso de integración del transporte público que lleva a cabo la urbe y cuyo fin es contar con la tarjeta ciudad como medio de pago para todo el transporte de Quito.

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”El futuro será el uso de la tarjeta ciudad para todo el sistema. Para ello, automatizar es un paso muy importante, que se hace a la par de la infraestructura”, indica Morocho.

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