Tumbaco esperó más de 20 años por un nuevo alcantarillado
Entre 25 y 35 años tienen algunas tuberías del sistema de alcantarillado del sector. El proyecto se trabaja en siete frentes
En una de las aceras de la calle La Cerámica, en Tumbaco, al nororiente de Quito, está ubicada una caseta azul. Hombres con cascos azules y chalecos naranjas entran y salen del lugar. Al abrir un acceso se observa herramientas de trabajo, mochilas, varillas, quintales de cemento... Ese espacio también es el punto de ingreso a un pozo de 12 metros de profundidad.
El de La Cerámica es solo uno de los siete frentes del proyecto de Culminación de Obras de Mejoramiento del Sistema de Alcantarillado en la parroquia de Tumbaco. El ingeniero Gabriel Cruz explica que las casetas azules, si bien pueden resultar molestas, se las coloca por seguridad tanto de peatones como de vehículos para evitar cualquier tipo de incidentes.
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Su función también es cubrir los pozos de ingreso a las obras. El de La Cerámica tiene una profundidad de 12 metros, otros pueden llegar a los 40 metros. Allí, 12 obreros trabajan en el armado de hierro estructural del túnel. La jornada empieza a las 07:00 y termina pasadas las 17:00. Dependiendo del lugar, en promedio hay grupos de ocho personas y en los distintos puntos de la obra están aproximadamente 200.
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Leer másCarlos Mora, fiscalizador de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito (Epmaps), señala que el proyecto se retomó en abril de 2023, tras una pausa de más de dos años, con un plazo de 365 días.
El objetivo es culminar el nuevo sistema de alcantarillado para la parroquia de Tumbaco. Los trabajos se realizan en varios frentes como: Chiviquí, Churoloma, Intervalles, Gaspar de Carvajal y Juan Montalvo.
En los pozos se construyen estructuras de hormigón armado que servirán para el desfogue de las aguas lluvias y aguas servidas del sector.
“En algunos tramos las tuberías del alcantarillado tenían entre 25 y 35 años, algunas son de asbesto cemento que ya cumplieron su vida útil. Ahora las estamos cambiando por PVC”, dice Mora.
Jenny Peñafiel vive hace 40 años en Tumbaco, en la calle Juan Montalvo, ubicada en pleno centro de la parroquia rural del Distrito Metropolitano. En una vereda de ese concurrido lugar se encuentra otra caseta azul. El pasado 15 de febrero se inició la excavación de otro pozo de ingreso y así continuar con el proyecto.
Vivimos en un lugar muy concurrido y tenemos el problema con las aguas servidas. Hace más de 20 años que los vecinos esperábamos un nuevo alcantarillado.
Pese al ruido y el polvo, Peñafiel menciona que está de acuerdo con los trabajos. Recuerda que durante 20 años han tenido problemas con las aguas servidas que “rebosaban por todos lados”.
“Cuando llueve muy fuerte es terrible, esas aguas salen por el baño. Es un alcantarillado viejo, incluso algunas tuberías son de asbesto cemento”, agrega la moradora.
En no menos de ocho ocasiones, el patio de la casa de Alfonso Vega también se ha llenado de aguas residuales. Cada vez que llueve con intensidad, el hombre ya tiene a la mano una escoba para limpiar.
Cada vez que llueve es una tortura para nosotros. Los tubos se llenan y toda esa agua sale por los patios y entra a las casas. El sistema de alcantarillado ya no daba abasto.
Peñafiel y Vega coinciden en que era necesario cambiar el sistema de alcantarillado por uno moderno que abastezca a este poblado lugar.
Las inundaciones son otro de los problemas en Tumbaco y vías cercanas como la Ruta Viva, que conduce al aeropuerto de Tababela e Interoceánica. En octubre de 2023, tras una fuerte tempestad el tránsito colapsó y decenas de vehículos quedaron atrapados en medio del agua.
Ese mismo año, en el paso deprimido desde la calle Antonia León hasta el intercambiador de la Ruta Viva colapsó el sistema de drenaje, lo que causó inundaciones. En el lugar se colocó una trampa de sedimentos.
Cruz explica que el alcantarillado de la zona es superficial, que en su momento, hace más de 30 años, era suficiente para conducir y evacuar las aguas residuales y de lluvia, sin embargo, con el crecimiento urbano el sistema ya resultaba deficiente.
Mora enfatiza en que el nuevo sistema de alcantarillado pluvial es una solución a largo plazo a este problema.
En cuanto a los tiempos, en abril de 2024 concluye el plazo establecido en el contrato, sin embargo, tienen una prórroga aprobada de 90 días. Toda la obra tiene un avance del 50 %.
Estos trabajos beneficiarán a 41.500 habitantes de los barrios Los Pinos de Santa Rosa, Churoloma, centro poblado de Tumbaco, Cuenca de la quebrada Patagua, Chiviquí.
Como parte del proyecto también se construyen colectores en túnel tipo baúl para descontaminar el cauce de las quebradas Mulango, Hilario, Chiviquí, Rumihuayco y Chaquiscahaycu, dotando de alcantarillado y aumentando la cobertura.
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