Tumbaco está fuera del radar para colocar contenedores de basura
La basura se apodera de las estrechas veredas Emaseo asegura que hay recolección, pero no un plan de contenerización
En Tumbaco, la basura invade las veredas. Montículos de desechos se amontonan cada día en las angostas aceras de esta parroquia del nororiente de Quito, especialmente en su centro y zona comercial.
La falta de contenedores obliga a los moradores y comerciantes a dejar las fundas en plena vía pública, obstruyendo el paso de peatones y generando focos de insalubridad. Así lo mencionaron los vecinos durante un recorrido realizado por diario EXPRESO, donde expresaron su preocupación por la acumulación de residuos y la necesidad urgente de soluciones por parte de las autoridades.
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“Hay días en que los perros de la calle rompen las fundas y todo queda regado”, comenta Jenny Córdova, comerciante de la calle Vicente Rocafuerte. Su testimonio se repite entre quienes ven cómo la basura permanece durante horas, sobre todo en sectores de alta actividad como la zona comercial.
Según cifras de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo), los días de mayor acumulación de residuos en la parroquia son los lunes y martes, con un promedio de 127 y 157 toneladas respectivamente. La falta de planificación y contención adecuada hace que, incluso tras la recolección, las calles vuelvan a llenarse rápidamente de desechos.
En el barrio Santa Ana, sobre la calle Rumiñahui, algunos vecinos han decidido organizarse por cuenta propia. Colocan baldes de plástico frente a sus viviendas o instalan ganchos en las paredes para colgar las fundas y evitar que estas queden directamente en el suelo. Mélida Mosquera, moradora del sector, es una de ellas.
“Prefiero que la basura esté en los baldes a que quede desperdigada. Aunque no creo que los contenedores sean la mejor solución, porque en otros barrios los destruyen y nadie les da mantenimiento. Si la empresa municipal se comprometiera a cuidarlos, tal vez funcionaría”, reflexiona.
Comerciantes piden contenedores
Una visión distinta tienen quienes trabajan en la plaza central de Tumbaco. Janeth Chávez, dueña de un local comercial, afirma que la presencia de contenedores es indispensable: “Aquí la gente amontona la basura en las aceras y para caminar toca irse por la calle. Es un peligro y da mal aspecto”. Su opinión es compartida por muchos comerciantes del área, quienes lidian con montones de basura a diario.
A pocos kilómetros, en la parroquia vecina de Cumbayá, el panorama es similar. En las inmediaciones del parque central, los vecinos colocan la basura detrás de postes o la cuelgan en las paredes.
Aunque hay recolección a pie de vereda y muchos condominios privados cuentan con sus propios contenedores, en la zona comercial el problema persiste. “Nos ha tocado colgar la basura en la pared para dejar paso libre. Sí hacen falta contenedores”, sostiene Eugenia San Pedro, quien además denuncia que cerca del reservorio se ha formado un punto crítico de acumulación de residuos.
En el sector de San Marcos, la basura se ha tomado las estrechas aceras. Los moradores quieren que se coloque contenedores en la calle Eloy Álfaro.
En algunos casos, los basureros pequeños instalados por el Municipio de la ciudad ya han sido vandalizados o rebasados por la cantidad de desechos que reciben. El problema no solo es la falta de infraestructura, sino también su deterioro y abandono.
No hay un plan de contenerización
Diego Dávila, director de Operaciones y Servicios de Emaseo, explica que tanto en Cumbayá como en Tumbaco se realiza una recolección “a pie de vereda” utilizando una volqueta y camiones de carga posterior. Actualmente, el servicio en la parroquia cuenta con rutas interdiarias y personal adicional para cubrir la recolección nocturna, que atiende los desechos generados por restaurantes, bares y discotecas. Además, hay 21 trabajadores encargados del barrido manual en la parroquia.
Sin embargo, Dávila admite que no existe un plan de contenerización a corto plazo para estas zonas. “En este momento estamos concentrados en renovar los 5.600 contenedores que ya están instalados en otras partes de la ciudad. La prioridad es estabilizar el servicio donde ya existen contenedores. Solo después se pensará en una posible ampliación”, aseguró.
El funcionario informó que Emaseo ha iniciado la fase piloto de recolección diferenciada en la parroquia, con el objetivo de que la ciudadanía separe correctamente los residuos orgánicos e inorgánicos, lo que permitirá optimizar el proceso.
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