
Tumbaco: En la Tola Chica 3 se movilizan y piden más patrullajes
Moradores del barrio de Tumbaco están preocupados por el aumento de robos. Hicieron una marcha hasta la Ruta Viva
Hace poco más de un año, Ana María Trujillo regresó a la Tola Chica 3, un barrio ubicado en el valle de Tumbaco, en el nororiente de Quito, en donde tiene su casa propia. Se marchó del sector por temas laborales a Pifo, pero decidió regresar porque su zona de trabajo se volvió muy insegura.
Sin embargo, lamenta que la Tola Chica 3 también se haya convertido en un barrio peligroso. “En los últimos meses hemos tenido más robos a estudiantes, a locales comerciales. Incluso ahora llegan con armas de fuego”, dice Trujillo.
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La mujer comenta que la Policía identificó a motorizados que operaban en su barrio y en la Tola Chica Grande. Primero cometían los delitos en su sector y luego cambiaban de moto y avanzaban a la otra zona.
Unidos en una marcha
Cansados de la delincuencia, el sábado 22 de marzo, en la noche, desde la iglesia que está en la avenida Universitaria, salió una contundente marcha que exigió más seguridad policial, patrullajes y también control a los bares y licorerías que se han instalado en la transitada y comercial vía.
“Únanse vecinos, la inseguridad nos afecta a todos”, decía desde el altoparlante José Guamán, miembro de la Comisión de Seguridad. De a poco se sumaron otros moradores, algunos llevaban palos, y caminaron por la av. Universitaria hacia la calle Juan Larrea y luego bajaron a la Ruta Viva.
Guamán señala que ya no pueden caminar tranquilos debido a los constantes robos que se cometen, principalmente, motorizados. Entre las víctimas están estudiantes de una unidad educativa ubicada a tres cuadras de la av. Universitaria. A ellos les quitan los celulares y hasta las mochilas. El dirigente recuerda que hace menos de seis meses hicieron una convocatoria por la misma razón, sin conseguir acciones por parte de la Policía.

Cuando la marcha avanzaba por la Juan Larrea, Gustavo Pazmiño, presidente de la Comisión de Seguridad de la Tola Chica 3, menciona que precisamente ahí, los antisociales aprovechan que es un lugar con poca iluminación para robar, especialmente a los chicos de colegio. “Es algo que nos tiene preocupados. La semana pasada asaltaron una tienda en la Universitaria y se llevaron 5.000 dólares. Meses atrás pasó lo mismo en una farmacia. No vamos a permitir que se tomen nuestro barrio”, sostiene Pazmiño.
El dirigente asegura que cuando llegaron dos tanquetas con militares, hace tres semanas, la situación mejoró de alguna forma, pero de nuevo han sido testigos del incremento de robos. Por ello pide que los operativos militares no cesen y que la Policía haga más patrullajes, con más uniformados.
Protesta en la Tola Grande
Por una situación similar, la noche del viernes 21 de marzo, los vecinos de la Tola Grande también se movilizaron. Al igual que Trujillo, Oswaldo Guamán, presidente del barrio, indica que una misma banda es la que cometería los delitos en ambos sectores y, en cada atraco, cambian de moto.
Pese a que Guamán ha enviado oficios a las autoridades encargadas de la zona, no ha recibido una respuesta. Este 23 de marzo lo hará de nuevo, con la esperanza de que escuchen sus preocupaciones en cuanto a la inseguridad que viven en el valle.
EXPRESO consultó a la Policía del Distrito Tumbaco sobre la situación en la parroquia y los controles que se han ejecutado, pero hasta el cierre de esta publicación no hubo una respuesta.
Guamán asegura que las movilizaciones se repetirán y harán las marchas necesarias hasta que se brinde una solución a la compleja situación que atraviesan. Además, tienen previsto hacer una gran convocatoria con otros barrios como la Tola Chica 2 y 3, La Morita y La Esperanza.
Desplazamiento de bandas
Para Leonardo Jaramillo, docente especialista en temas de seguridad, el desplazamiento de las bandas delictivas a las parroquias rurales podría obedecer a que son zonas menos protegidas y las ciudades grandes, en cambio, están más vigiladas, justamente por el aumento de delitos.
También, por una saturación, por ejemplo, en la capital, y se expanden a sectores donde no eran frecuentes estos hechos, pero tienen un buen movimiento económico y comercial que les resulta atractivo.
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