Extorsión: Las ‘vacunas’ llegan a Quito, pero no hay denuncias de esto
Los supuestos casos de extorsión a negocios se reportan en redes, en algunos barrios. La Policía lo desmiente y atribuye a grupos desestabilizadores
Hace unos meses era común escuchar extorsiones a locales comerciales en las provincias de la costa del país. En unos lugares, estos casos eran más sonados que en otros. Pero desde hace unas cuatro semanas, esta nueva forma de delinquir bajo la modalidad de “vacunas” ya resuena en algunos barrios del norte, sur y valles de Quito.
El miedo, desconfianza e intranquilidad para trabajar gana espacio en los habitantes de sectores como La Ajaví, Solanda, Chillogallo (al sur); Ponceano, Calderón, Carapungo (al norte); Tumbaco y Los Chillos (en el valle).
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Leer másLa emisión de panfletos o información difundida a través de redes sociales, donde se anuncia el cobro desde 200 hasta 2.000 dólares, según la capacidad económica de la víctima, ha orillado a muchos negociantes a desistir de sus emprendimientos o incluso a cambiar los horarios de atención para evitar estas amenazas.
Por ejemplo, en La Ajaví, en el sur de la ciudad, los moradores denunciaron la presencia de extorsionadores, quienes dejaron hace un par de días papeles con mensajes claros, donde se especificaban los valores que deben cancelar los dueños de negocios a las supuestas organizaciones criminales.
En Solanda, otro barrio localizado más hacia el sur, sucedió lo mismo. Incluso, unos comerciantes dijeron haber escuchado que otros ya habían pagado 200 dólares para que les permitan trabajar, pero principalmente por miedo a ser víctimas de represalias.
Josué (nombre protegido) tiene una peluquería en la calle José Alemán, mejor conocida como La J, una de las más concurridas y comerciales de este sector.
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Leer másÉl cuenta que hace un par de meses llegaron unos jóvenes a dejarle una hoja volante y no tuvo otra opción que acogerse a lo solicitado.
“Dijeron que era orden del comandante y que si no pagaba, que me atenga a las consecuencias. Pagué una vez”, dijo.
La veracidad de estas amenazas es otro malestar que enfrentan los “vacunados” como Josué. “No sé si era en realidad de la banda que nos dijeron o se trataba de estafadores, pero no quise correr riesgos”, añadió el estilista.
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Leer másDesde la Unidad Antisecuestros y Extorsión de la Policía Nacional se dio a conocer que existen cinco modalidades para cometer este delito: común, robo de vehículo, siciliana, carcelaria y cibersexual.
En Quito, presumiblemente la forma de delinquir que se estaría utilizando es la siciliana, cuyo origen data de 1950 y surgió en el sur de Italia. Y consiste en exigir dinero en el negocio de las víctimas de manera periódica a cambio de protección, informaron las autoridades.
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Leer másEn estos casos, la intimidación suele darse al autoidentificarse como parte de grupos delincuenciales como Los Choneros, Cartel Jalisco Nueva Generación, Los Lobos, ELN, Las FARC, que son los más conocidos y comunes.
Ante ello, la Policía señaló que es importante distinguir entre una extorsión real y una virtual, a partir de elementos específicos, para no caer en una situación ficticia.
Si el caso fuese el primero, la víctima debería recibir datos precisos como la ubicación real o la descripción de la vestimenta que lleva puesta.
El amenazado podría recibir fotografías del lugar de trabajo o domicilio e incluso información que no haya publicado en sus redes sociales y que sea comprobable.
En una extorsión real, el uso de la violencia como disparos contra el afectado o colocación de explosivos en inmediaciones comerciales, propiedad del mismo, serán alertas de que en efecto es víctima de una extorsión.
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Leer másMás allá de estas recomendaciones que deben ser asumidas con responsabilidad, el coronel Diego Barriga, comandante del distrito de Policía Eloy Alfaro, le reveló a EXPRESO que estas supuestas amenazas de extorsión en su jurisdicción han sido desmentidas, tras la ejecución de indagaciones sobre los supuestos casos que se han difundido en redes sociales.
“La información que nos ha llegado no es oficial y no existen denuncias al respecto. Personalmente, he ido de local en local en Solanda, La Ajaví, Barrio Nuevo para conversar y comprobar con los dueños de los negocios si han sido víctimas de esto y se ha descartado totalmente”, agregó.
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Leer másSegún el oficial, no existe ningún grupo delictivo que esté en esta actividad en los barrios del sur, pero sí se ha identificado que quienes están al frente de estas actividades intimidatorias son “grupos interesados en desacreditar a la Policía Nacional para generar miedo en la sociedad”.
También se ha detectado que los únicos que piden entre uno o dos dólares a los dueños de establecimientos comerciales son las personas que viven en condición de calle.
“Para despejar el miedo, debemos unir fuerzas, la Policía y la ciudadanía. La organización barrial, por un lado, y el accionar rápido de nosotros, por otro. No nos vamos a dejar vencer por la inseguridad”, finalizó Barriga.