Vallas son retiradas de la Plaza Grande para activar el comercio y el turismo
Desde el 10 de enero se colocaron las valles por la ola de inseguridad.
El Municipio de Quito informó el miércoles 24 de enero que las vallas que rodeaban la Plaza Grande, en el centro de la capital, fueron retiradas.
La circulación peatonal está habilitada, excepto en el perímetro del Palacio de Carondelet, que comprende las calles García Moreno, Chile y Espejo.
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La medida fue solicitada por el alcalde Pabel Muñoz al presidente de la República, Daniel Noboa, el pasado 22 de enero. Muñoz argumentó que la presencia de las vallas impedía la reactivación del turismo y el comercio en el sector.
“Cuando la Plaza Grande no tiene la actividad que tiene normalmente, da la sensación de que el corazón de la república no está palpitando”, mencionó Muñoz en días anteriores.
El alcalde también solicitó el regreso a clases presenciales y el cambio en el toque de queda. Ambos pedidos fueron atendidos por el Gobierno.
Sin embargo, los establecimientos que se encuentran en esta zona no abrieron sus puertas. Esto como medida de seguridad. Días anteriores se reportaron saqueos en los centros comerciales del ahorro y a pocas cuadras, en el sector de San Roque, personas desconocidas colocaron artefactos explosivos en los exteriores de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) ubicada en esa área. Estas acciones alertaron a los moradores del barrio.
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Sin embargo, mediante operativos, efectivos de la Policía Nacional y militares lograron que la paz y tranquilidad retornen al sector y se tomó la decisión de quitar las vallas que impedían el paso a la Plaza Grande.
Los comerciantes de la zona celebraron la retirada de las vallas. “Esto es un alivio para nosotros. La Plaza Grande es un punto turístico muy importante para la ciudad, y la presencia de las vallas impedía que la gente pudiera llegar”, manifestó uno de los comerciantes.
Los turistas también expresaron su satisfacción con la medida. “Me alegra mucho que hayan retirado las vallas. La Plaza Grande es un lugar hermoso y merece ser disfrutado por todos”, opinó una turista extranjera.
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