La vida nocturna y ‘farrera’ en Quito cambia de coordenadas
Mientras los bares de antaño se quedan vacíos, la fiesta en Quito halla nuevos nichos
Es viernes y son las 19:00. En el barrio de La Pradera, en el norte, la ‘farra’ capitalina toma forma. A esa hora, los bares y cervecerías artesanales del sector acogen a cientos de oficinistas que aprovechan las promociones del ‘after office’ para festejar el inicio del fin de semana.
La localidad es uno de los nuevo ejes de la vida nocturna que, tras la pandemia, ha ido mutando y alejándose de zonas tradicionales como La Mariscal, La Shyris y la Eloy Alfaro, para hallar nuevos nichos.
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Leer másEn Andes Brew Pub, por ejemplo, no hay donde poner un pie. El local, que cuenta con tres ambientes distintos y una llamativa decoración, está atestado de comensales, y la fila para acceder a la barra es larga.
Cambio tras la pandemia
Santiago Muñoz, uno de los copropietarios del espacio, indica que el movimiento en este sector empezó poco después del fin del confinamiento, en 2020, y ha continuado creciendo.
Los comensales, explica, empiezan a llegar desde el miércoles. “Tenemos una buena relación con el barrio, que nos ha acogido como una parte importante de La Pradera”, señala.
Así también lo afirma Alejandro Santos, gerente general de Santos Pub, bar que también funciona desde octubre del 2020 en esta zona del norte de la urbe.
Santos describe su bar como un espacio cómodo donde puedes disfrutar de una amplia variedad de música, desde rock y jazz hasta presentaciones en vivo. Además, el negocio apoya el talento local con exposiciones de pintura de artistas de la zona. “Los viernes son los días que la gente acostumbra reunirse y disfrutar de nuestras promociones”.
Normativa vigente
Pero el crecimiento de los sitios de diversión es controlado. Así lo indica María Fernanda Guillen, administradora de la zonal Eugenio Espejo, quien señala que, para evitar la saturación y el desorden, no se permite la instalación de parlantes en las calles ni el exceso de LUAE (Licencia Metropolitana Única para el Ejercicio de Actividades Económicas) para bares.
“La normativa prohíbe la apertura de estos locales a menos de 200 metros de distancia entre sí, lo que ha permitido controlar el crecimiento de esta actividad.
Nuevos puntos de encuentro
Al norte de Quito, en la Real Audiencia, cerca de cincuenta restaurantes y bares llenan la calle. Ahí también la pandemia marcó un cambio para el sector. Así lo explica Carlos Miranda, propietario de El After, un pequeño establecimiento que abrió sus puertas a inicios de 2023.
“Hasta 2019, la Real Audiencia era una zona residencial, con ciertos negocios y restaurantes. Sin embargo, tras el confinamiento y con el cierre de zonas como la Mariscal, se convirtió en el lugar de encuentro de la gente del norte”, explica. Aquí los días de mayor afluencia son los jueves, viernes y sábados, y la ‘fiesta’ empieza a partir de las 20:00.
En el corazón de Cumbayá, la fiesta también arranca pasadas las ocho de la noche. A diferencia de los bares de Quito, aquí se vive un ambiente jovial. El reguetón se apodera de las discotecas. Jóvenes en jean y tenis hacen fila para ingresar al bar del momento, cuyo estilo es similar a una cueva.
Al otro lado del parque Central, los mojitos, la música en vivo y la buena compañía son parte de otro bar. Aquí para ingresar se necesita realizar una reserva y por lo general acuden personas a partir de los 25 años.
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