Votaciones, ordenanzas para Quito: Esta es la productividad de los concejales

Fiscalizar, legislar, participar con voz y voto en las sesiones, presentar proyectos de ordenanza y trabajarlos dentro de las comisiones de las que forman parte. Esas son algunas de las tareas que tienen que cumplir los ediles al posesionarse en su cargo como miembros del Concejo Metropolitano de Quito. 

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¿Cómo evaluar si los concejales están cumpliendo con su tarea? ¿Se puede medir cuantitativamente el trabajo dentro del Concejo? Desde hace cuatro años, el Observatorio Legislativo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo se ha propuesto ampliar su mirada, que antes abarcaba únicamente a la Asamblea Nacional. Ahora, también cubre los Concejos cantonales de Guayaquil, Cuenca y Quito.

De acuerdo con Roger Celi, coordinador del Observatorio Legislativo, en el caso de Quito se realiza una visita semanal a la página web de Gobierno Abierto y se cargan los datos allí registrados en un software que arroja indicadores de gestión. Estos luego se analizan y se difunden a través de productos comunicacionales para que la ciudadanía conozca los resultados.

El trabajo de los concejales en cifras

Entre mayo de 2023 y octubre de 2024 se desarrolló el análisis ‘El trabajo del Concejo de Quito en números’. Allí se revisó la participación de los ediles en las votaciones del Pleno y la cantidad de proyectos de ordenanza que han presentado.

Los primeros hallazgos determinaron que de las 324 votaciones consideradas para esta evaluación, los concejales Ángel Vega de la Izquierda Democrática (ID) y Emilio Uzcátegui de la Revolución Ciudadana (RC) fueron los que participaron en más votaciones.

En cambio, Darío Cahueñas, de la ID y segundo vicealcalde, así como Joselyn Mayorga, de Alianza Juntos por la Gente, fueron los que menos ocuparon su curul en votaciones. Estos procedimientos son para aprobar o no ordenanzas, pero también sirven para decidir sobre resoluciones (ver infografía). 

¿Cuántas ordenanzas han presentado?

Tanto en el tema de asistencias como en el de cantidad de proyectos de ordenanza presentados, se considera al alcalde Pabel Muñoz, de la RC, como titular del Concejo. Él encabeza la lista de quienes más proyectos han presentado, seguido por Ángel Vega (ID) y Wilson Merino (Imparables). 

Ojo al Concejo también señala que la edil Analía Ledesma (ID) no ha presentado ningún proyecto de ordenanza. Sin embargo, ella hace precisiones al respecto. Por ejemplo, menciona que en julio se aprobó la norma sobre el servicio de delivery, que unificó su proyecto con uno del alcalde. 

Ledesma menciona otro ejemplo: “Para mí siempre ha sido una preocupación el tema de personas con discapacidad. Creé una (propuesta) de Quito ciudad inclusiva. La comisión en primera instancia pensó en archivarlo, pero luego le unificaron y ahora dicen que no es mío, sino de la comisión”.

Más que cantidad, se requiere seguimiento

Celi aclara que si bien como Observatorio hacen un análisis cuantitativo, “sostenemos que no es mejor el que presenta más proyectos de ordenanza, sino quien los presenta pero los impulsa hasta que se aprueben. No solo importa la cantidad, sino la calidad”. 

Desafortunadamente, subraya, solo el 40 % del total de proyectos presentados se han tramitado. Considera que, en el fondo, puede haber cierta dilatación para aprobar ciertos proyectos de ordenanza que vienen de quienes hacen oposición al oficialismo, y eso es algo común. “No digo que esté bien o mal, pero el problema es que los concejos no están obligados a crear una agenda parlamentaria mínima, como sí ocurre con la Asamblea Nacional”. 

¿Bloqueo en el Concejo?

Ledesma cree que eso está ocurriendo en el Concejo de Quito, pues como parte de la Comisión de Educación ha presentado, por ejemplo, un proyecto para el aumento de cupos y franjas horarias para instituciones educativas municipales, otro proyecto que tenía el fin de sancionar al comprador y no solo al vendedor en espacios públicos y otro para crear una Defensoría Metropolitana, especialmente en temas sobre transporte público y aspectos relacionados con los mercados de la ciudad.

“Estamos en un Concejo con mayoría oficialista. Hay un severo bloqueo y no sirve de nada hacer cientos de ordenanzas en un Código Municipal invadido de normativas por la desesperación de tener visibilidad. En mi comisión estoy depurando, unificando, para que las ordenanzas sean verdaderamente efectivas”, dice la edil. 

Sin embargo, celebra que exista un control social y, como en toda evaluación, siente que esta “nos obliga a mejorar y a prestar atención sobre lo que quieren los mandantes”.

Por otro lado, Wilson Merino está por presentar más proyectos. Según su criterio, es inadmisible que los ediles “vayan a sesiones y no voten, que haya ausencias, que haya pocos proyectos de ordenanza tratándose”, y por eso ha buscado presentar propuestas.

Hasta el momento se aprobó una: la de fomento al empleo, como una forma de entregar herramientas de empleo emergente para enfrentar la crisis. Pero hay otras que “llevan meses durmiendo el sueño de los justos en el Sitra (sistema de gestión documental) del alcalde”.

Considera que hay discrecionalidad desde el ejecutivo para decidir qué temas se tratan y qué no en cada sesión.

Uno de los problemas sobre ausencias en votaciones es que los concejales abandonan su curul cuando llega el momento, no asisten o delegan a su alterno, pero este no se principaliza. 

La alterna de Merino, por ejemplo, es María Fernanda Guillén, quien según Merino nunca se ha principalizado, pues es administradora zonal de La Mariscal. Pero tampoco renuncia a su cargo como concejal alterna, lo cual no permite un reemplazo.

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