
Sector Financiero inquieto por eliminación de deudas menores a $3.000 en buró crédito
La medida genera inquietud en bancos y cooperativas
La Ley Orgánica para Impulsar la Economía de las Mujeres Emprendedoras, que busca empoderar económicamente a las mujeres de todas las edades, etnias y orígenes, está a un paso de convertirse en ley con la única firma pendiente del presidente Daniel Noboa. Esta iniciativa tiene como uno de sus pilares fundamentales el apoyo a las emprendedoras, incluidas aquellas migrantes retornadas. Sin embargo, una de sus disposiciones ha generado preocupación en el sector financiero, que teme posibles repercusiones negativas.
Se establece que todas las instituciones que entreguen referencias crediticias deberán eliminar de sus registros la información histórica de las mujeres emprendedoras con deudas menores a $3.000. Si bien la ley aclara que esta medida no implica la pérdida del derecho de los acreedores a cobrar las deudas, la eliminación del historial crediticio plantea interrogantes sobre sus posibles efectos.
El buró de crédito: una herramienta crucial
El buró de crédito es una herramienta clave para las entidades financieras a la hora de tomar decisiones sobre el otorgamiento de créditos. Sin embargo, este mecanismo ha sido cuestionado por algunos, como Édgar Peñaherrera, gerente de la Red de Integración Ecuatoriana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Icored), quien subraya a EXPRESO que, aunque frecuentemente es "satanizado", el buró de crédito proporciona una fuente crucial de información para las instituciones financieras. Según Peñaherrera, su eliminación podría traer efectos contraproducentes, especialmente cuando se trata de evaluar el riesgo crediticio de los solicitantes.
"El buró de crédito no debe ser visto como un obstáculo, sino como una herramienta que ayuda a tomar decisiones más informadas y a otorgar créditos de manera responsable", afirma Peñaherrera.
Aunque la eliminación de las deudas menores a $3.000 busca beneficiar a miles de mujeres emprendedoras al mejorar su historial crediticio, expertos del sector financiero temen que esto termine complicando el acceso a futuros créditos. La falta de información sobre el comportamiento crediticio de un individuo puede hacer que las entidades financieras vean un mayor riesgo en la concesión de nuevos préstamos. Además, en ocasiones anteriores, como durante la pandemia de COVID-19, se aplicaron medidas similares, pero los resultados fueron mixtos y con más desventajas que beneficios para los prestatarios.
¿Una medida política o técnica?
Valeria Llerena, directora ejecutiva de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD), también expresó a EXPRESO sus preocupaciones respecto a la medida. Aunque apoya la inclusión de las mujeres en la economía, Llerena considera que decisiones de esta magnitud no deberían tomarse desde un ámbito político, sino desde un enfoque técnico que garantice el equilibrio entre inclusión financiera y la estabilidad del sistema crediticio.
A pesar de las críticas, ambos expertos coinciden en que el buró de crédito no es una barrera, sino una vía para dar visibilidad y facilitar el acceso a créditos. Más del 90% de los prestatarios, incluidas las mujeres, son buenos pagadores, lo que demuestra que la eliminación del historial crediticio podría generar más problemas que soluciones.
El desafío: equilibrar inclusión y sostenibilidad
El objetivo de la ley es claro: empoderar a las mujeres para que sean económicamente autónomas, brindándoles acceso a herramientas financieras, fiscales y sociales que contribuyan a reducir las brechas de género. Sin embargo, el verdadero desafío radica en encontrar el equilibrio adecuado entre la inclusión financiera y la sostenibilidad del sistema crediticio.
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