¿Hacia dónde se inclina la nueva Corte Constitucional: progresista o conservadora?
La Corte Constitucional pierde fuerza en ambos bandos con la salida de Carmen Corral, Daniela Salazar y Enrique Herrería
El recambio de tres jueces en la Corte Constitucional marca un punto de inflexión en el rumbo del máximo órgano de justicia constitucional del Ecuador y plantea una pregunta clave: ¿se orientará hacia una visión progresista o adoptará una postura más conservadora del Derecho?
Este 11 de marzo de 2025, en sesión extraordinaria, la Corte llevó a cabo un sorteo manual para determinar qué jueces concluirían sus funciones. De los seis candidatos, Carmen Corral, Daniela Salazar y Enrique Herrería fueron los seleccionados para dejar sus cargos.
Ellos serán reemplazados por los ganadores del concurso de renovación parcial Claudia Salgado, José Luis Terán y Jorge Benavides. Aunque los jueces salientes seguirán en funciones hasta que los entrantes sean posesionados por la Asamblea Nacional.
Aunque aún está pendiente evaluar el desempeño de los tres nuevos magistrados, juristas consultados por EXPRESO coinciden en que tanto la visión progresista como la conservadora dentro de la Corte se han visto afectadas por el recambio. Ahora, la expectativa está en hacia dónde se inclinará la balanza.
¿Quién perdió más, el ala progresista o conservadora de la Corte Constitucional?
María Dolores Miño, abogada constitucionalista y docente universitaria, señala que la salida de Carmen Corral y Enrique Herrería representa un golpe significativo para el ala más conservadora del Derecho dentro de la Corte.
Por otro lado, aunque el sector progresista perdió solo a una integrante, Miño considera que la salida de Daniela Salazar constituye "una baja importante", especialmente debido a su formación y cercanía con el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos.
"Los jueces que quedan (Karla Andrade, Alí Lozada, Jhon Escudero y Alejandra Cárdenas) son moderados en su progresismo, con una tendencia posiblemente de centro-derecha. Quizás Cárdenas y Escudero sean los más progresistas", analiza Miño.
Por su parte, el abogado constitucionalista José Chalco destaca que Teresa Nuques y Richard Ortiz, quienes han mostrado un perfil de votación similar al de Herrería y Corral, son los que permanecen en el ala conservadora de la Corte.
"Siempre han sido muy consecuentes con el respeto a la institucionalidad del Estado y la vigencia material de la Constitución. Creo que los magistrados salientes harán mucha falta en el Pleno", comenta Chalco y enfatiza que la orientación futura de la Corte dependerá de los tres nuevos jueces.
Se espera una agenda "más escabrosa" en la Corte Constitucional
Para Miño, la moderación de los jueces que permanecen hace que la Corte sea menos progresista que la configurada en 2019. Sin embargo, el constitucionalista Roberto López considera que el verdadero problema de la institución sigue intacto: la presencia de "ideólogos" como jueces constitucionales.
"Un juez que ejecuta una agenda ideológica no es confiable, porque debe dirimir controversias de acuerdo con el Derecho", afirma López, quien advierte que "el país pierde con este cambio, ya que se fortalece la agenda ideológica".
Roberto López
López incluso anticipa que la línea de la nueva Corte Constitucional será más "escabrosa" que la anterior, con efectos poco visibles para la ciudadanía en temas como la concesión de habeas corpus por jueces de primera instancia y la consulta popular sobre el Yasuní.
No obstante, Belén Aguinaga, abogada constitucionalista y docente de la Universidad San Francisco de Quito, aclara que, si bien las decisiones de los jueces están influenciadas por su visión del Derecho y sus posturas ideológicas, esto no significa necesariamente que la Corte siga una agenda predefinida.
"Para evaluar el funcionamiento de la Corte es fundamental conocer a los jueces entrantes. Sin embargo, su postura ideológica no debe ser la única vara de medición de su calidad. Más importante es considerar su formación jurídica, experiencia, idoneidad ética y capacidad moral", sostiene Aguinaga.
Respecto a las expectativas sobre el futuro de la Corte, Aguinaga añade que es comprensible que la sociedad civil, los medios de comunicación e incluso el gobierno perciban las decisiones de los jueces como ideológicas, pero insiste en que estas deben estar apegadas al Derecho.
Los nuevos jueces tienen la tarea de demostrar su independencia y capacidad
Aunque existen múltiples interpretaciones sobre el futuro de la Corte, Chalco recalca que aún es prematuro proyectar cómo actuará el nuevo Pleno, ya que los jueces recién iniciarán su labor y desarrollarán su propio criterio.
"Las decisiones que tomen marcarán su forma de proceder, su línea doctrinaria, sus corrientes de pensamiento y su compromiso con el respeto a la Constitución", explica Chalco.
Por su parte, María Dolores Miño destaca que el primer reto de los nuevos jueces será demostrar independencia. "Lo que queda por ver es cómo influirán en la dinámica de la Corte, quién será elegido como nuevo presidente o presidenta y si estos cambios mantendrán la independencia frente al Ejecutivo", concluye.
Aguinaga coincide y agrega que también será clave observar cómo los nuevos magistrados equilibran su visión del Derecho con las necesidades de cada caso concreto.
Sin embargo, López insiste en que la Corte necesita especialistas, algo que, según él, no representan los jueces entrantes. "Si quienes asumen no son expertos en la materia, el nivel de los fallos se verá seriamente comprometido", advierte.
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