El voluntariado en el 2025: una práctica que se inclina por rescatar los valores

Una trayectoria que inicia desde la necesidad de aportar a la sociedad. Algunas de ellas se preocupan por la formación de la juventud, otras por avanzar en el lado emocional de pacientes con enfermedades y por generar un cambio significativo en el accionar de la ciudadanía guayaquileña ante la pobreza y la inseguridad.

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Julia Saab de Auad, presidenta de la Asociación de Voluntariado Educativo

Involucrarse en la educación de los niños es un reto que demanda tiempo y preparación. Desde clases de valores hasta materias comunes, son poco tratadas en varias escuelas fiscales del país. En esa realidad cada vez más normalizada, la Asociación de Voluntariado Educativo reúne esfuerzos para ‘salvar’ a muchos de ellos.

Las voluntarias priorizan los valores, que según Julia Saab de Auad, presidenta de la asociación, mucha falta les hacen a las nuevas generaciones y al entorno familiar donde pasan la mayor parte del día. 

“Eso es lo que queremos inculcarles en la educación. Nosotras asistimos a tres escuelas para brindarles la atención debida: 10 de Septiembre, en el sector de La Barraca; 26 de Junio, en el sector del Buijo; y Ángel Duarte, en el sector de la Y; todas son escuelas fiscales que necesitan de nuestra ayuda”, comenta. 

Además, no descuidan el deporte y los beneficios que proporciona en la crianza de los menores. En la jornada trabajan con aproximadamente 600 niños y, dentro del primer aporte de AVE, lograron ingresos para entregar mochilas con útiles escolares personalizados para la edad del menor. 

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“Las 23 voluntarias trabajan para recaudar fondos. Por ahora, el único medio para recibir ingresos es nuestro bingo anual, que lo hacemos en el Hilton Colon. El bingo lo tenemos desde hace muchísimo tiempo”, explica Magdalena Garzón de Peñaherrera, vocal de Relaciones Públicas.

La actividad, al principio, requería de estrategias comunicativas eficaces para promocionarlo. Ahora, es reconocida y la propia comunidad busca la forma de contactarse y formar parte. “Antes estábamos metidas en otras actividades porque no rendían el bingo, como manos de artistas y tardes de damas, para reunir fondos”, explica Saab de Auad.

Lissett Ortega, presidenta de la Fundación Ser Feliz

Un proceso menos doloroso y en compañía. Esa fue la intención con la que se formó la Fundación Ser Feliz y, que en la actualidad, velan por 438 niños desde 0 a 18 años que padecen de cáncer. Empezó hace 12 años con una visita a Solca sin imaginarse que su espíritu solidario la iba a empujar a crear un grupo de voluntarias con ‘ganas’ de visitar hospitales. 

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“Nosotros tenemos 12 años en los que hemos venido transformándonos. Empezamos con visitas al hospital y, después de seis años, abrimos una pequeña sede. Tras mucho esfuerzo, logramos abrir hace poco una nueva sede. Hemos venido creciendo con fe y esperanza en lo que hacemos y en los demás. Este 2025 lo vemos como un gran desafío; hay que verlo todo con amplitud y soñar en grande”, reflexiona Lissette Ortega, presidenta de la Fundación Ser Feliz. 

La ONG emplea programas espirituales que se dividen en la lectura de Biblia para adventista y el rosario para católicos. Otros son los oftalmológicos, odontológicos, arte terapia, músico terapia, visitas hospitalarias, que comprenden las actividades lúdicas y la escuela de madres, donde reciben soporte psicológico y de comprensión, escuela para padres de familia con salud mental, y programas deportivos en danza y natación. 

Los paseos son los más solicitados por los niños. Las voluntarias escuchan los pedidos y arman el viaje con todo el grupo. Ahora cuentan con una nueva sede y el compromiso es mayor: más capacitaciones, talleres y cuidados que aporten a los niños.

Julio César Goya, presidente de la Fundación Juventud en Acción Ecuador

Juventud en Acción Ecuador (JEA) empezó con cinco personas. Todos jóvenes profesionales que armaban el plan de visitar el centro de Guayaquil. En el camino se topaban con personas que habitaban en la calle y sin mayor organización, les brindaban alimentos. 

Así fueron los primeras acciones de la fundación Juventud en Acción Ecuador (JEA) que, en la actualidad, cuenta con 110 voluntarios corporativos y 110 voluntarios estudiantes que pertenecen al programa de vinculación con la sociedad, además de profesionales externos. 

“Veíamos necesario que no solamente ese era un problema de darles de comer en la calles sino que la gente seguía ahí durmiendo y viviendo en las calles. Es así que nosotros fuimos implementado los servicios y consiguiendo que el Municipio cree albergues. De ahí llega la pandemia y la incertidumbre creció al máximo por ciento”, cuenta Julio César Goya, presidente de la fundación JEA. 

El esfuerzo tiene su recompensa y la ordenanza que se alista para el 2025 es muestra de ello. Mientras se reubicaban como fundación y reinsertaban a las familias que vivían en centros especiales, la ONG amplia su abanico social e incorporan el aporte a las necesidades domésticos. 

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En la actualidad, JEA cuenta con cuatro frentes: proyecto habitantes de calle, familias vulnerables, atención médica y psicológica y empodérate mujer, que nace de la necesidad de que mujeres solteras puedan solventar a sus familias mediante emprendimientos.

Alexandra Palma, gobernadora del Club de Leones Ecuador Distrito G2

En un contexto social convulsionado por escenarios de delincuencia y falta de energía eléctrica, dejar una huella de empatía y ayuda se convierte en todo un reto. Ese mismo desafío decidió asumir Alexandra Palma, Gobernadora del Club de Leones Ecuador Distrito G2, desde el 1 de julio de 2024 con una sola visión: llegar a las personas y unir aún más a los voluntarios y socios de los diferentes clubes. 

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“Nosotros toda la vida hemos estado involucrados en el voluntariado y eso ha hecho que estemos trabajando en servicios. Actualmente trabajamos en proyectos con el Banco Mundial de Alimentos, que pertenece a la ONU, con LCIF en el austro: Azuay y Cañar, en las escuelas. Nos movilizamos a Cuenca y ayudamos con los agasajos o trabajos que emprendan los clubes. Por ejemplo, se necesitan utensilios para darles de comer a los niños y en esa parte nosotros los podemos llevar”, detalla Palma. 

Se suma un proyecto liderado por el Club Ecuador Satelital, donde entregan una carreta para que la persona que la reciba inicie un emprendimiento y así “recuperar el tejido social”. También brindan cursos de velas y en El Empalme desarrollan la elaboración de globos, adornos con flores y oficios tradicionales. Mientras tanto, el Club Salinas Perla del Mar se inclina por el ecotrueque y el trabajo con el medioambiente, a través de la Fundación Misiones y la empresa privada.

Para el 2025 planea dejar proyectos terminados y un ambiente de unión entre todos los socios. El Club Salinas Costa Azul prepara un proyecto con la Fundación Yacht Club y Solca. Se busca ampliar una sala para los pacientes en la Península y evitar que se trasladen hasta Guayaquil por sus chequeos

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