Daniel Noboa y los frentes abiertos: ¿estrategia o error político?
Verónica Abad, la Asamblea, los GAD y el movimiento indígena son algunos de los conflictos Sin cambios, perderá el Ejecutivo
La tensión entre el Ejecutivo y Legislativo, tras el vaivén de palabras entre el viceministro de Gobierno, Esteban Torres, y el titular de la Asamblea Nacional, Henry Kronfle, abre un nuevo frente para el presidente Daniel Noboa y lo deja casi sin aliados políticos.
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Este conflicto se suma a los que el presidente mantenía con el correísmo y que se agudizó tras la detención de Jorge Glas en la Embajada de México; con Construye, por la eliminación del registro de partidos; con el movimiento indígena, por la eliminación de subsidios de la gasolina; con Verónica Abad; y hasta con los GAD, por vetar la ley que permitiría sus asignaciones mensuales directamente desde el Banco Central.
Una lista de roces políticos en tan poco tiempo (7 meses en el poder) que llevan a la duda de si se trata o no de una estrategia de Noboa con miras a las elecciones presidenciales de 2025.
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El analista político Pedro Donoso considera que si se trata de una estrategia, la misma no es correcta. Ya que, explica, al pelearse con la Asamblea, por ejemplo, el Ejecutivo podría enfrentar el hecho de que los parlamentarios no aprueben la reforma tributaria que ha sido parte de los compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el préstamo de $ 4.000 millones. “Esta guerra evidentemente le perjudica más al Ejecutivo que al Legislativo”, menciona.
Y es que para el experto Donoso, el gobierno de Noboa había logrado mucho en el Legislativo, para llegar a este punto negativo ahora. “El presidente había llegado con 12 legisladores, hoy tienen una bancada de 35”. Una confianza y buena relación, detalla, que se puede recuperar con el cambio de las vocerías desde el Gobierno.
Enfrentarse a la Asamblea, así como a otros frentes políticos, ha sido más que estrategia política, “una señal de debilidad y de capricho”, dice el exministro de Gobierno, Mauricio Gándara, quien menciona que otra de las consecuencias podría ser que la Asamblea, a través de destituciones, por ejemplo, al procurador, podría dar paso a que Verónica Abad reemplace en la presidencia a Noboa, mientras éste empiece en su campaña política por la reelección.
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Gándara como exministro de Gobierno, además, cuestiona el hecho de que sea Esteban Torres el vocero de la Presidencia, un rol que, indica, debería asumir el ministro de Gobierno, Michele Sensi. “Sin embargo, nadie lo conoce. Hay errores políticos en el manejo del Ejecutivo”.
El asambleísta Darwin Pereira indica que más allá de perjudicarle o no al Ejecutivo su enfrentamiento con varios actores políticos, a quien sí se perjudica es a la ciudadanía. Por ejemplo, “al vetar la ley de asignación de presupuesto a los gobiernos locales, los perjudicados son los ciudadanos, porque es dinero para obra pública” y “se desmejora la calidad de vida”.
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Referente a la Asamblea Nacional, añade que el mandatario no ha entendido que al Legislativo no se le puedo imponer, a pesar de que él mismo (Daniel Noboa) fue asambleísta antes de ser presidente. “No hay que imponer, hay que buscar acuerdos mínimos que ayuden a avanzar el proyecto país”.
El exlegislador detalla que la mejor estrategia por la que puede optar el mandatario ahora, es el diálogo con acuerdos mínimos con los diferentes sectores: Asamblea, GAD, movimiento indígena, entre otros.
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