¿Corte Constitucional progresista o conservadora? El reto de los jueces designados
Los nuevos jueces podrían redirigir el rumbo de la Corte Constitucional, aunque hay otros desafíos por sortear
Aunque aún está por definirse quiénes serán los reemplazados, juristas consultados por este Diario sostienen que los nuevos jueces constitucionales son una oportunidad para dar un golpe de timón en la Corte Constitucional y cambiar el rumbo que viene transitando.
El 5 de marzo de 2025, la Comisión Calificadora a cargo del proceso de renovación parcial de la Corte Constitucional designó a Claudia Salgado (Función Ejecutiva), José Luis Terán (Función Legislativa) y Jorge Benavides (Función de Transparencia) como los nuevos jueces constitucionales.
Sin embargo, según explicó la Comisión Calificadora, los virtuales magistrados aún no asumirán sus funciones hasta que el actual Pleno de la Corte Constitucional efectué el sorteo respectivo para conocer cuáles serán los tres jueces que serán sustituidos por Salgado, Terán y Benavides.
La Corte debe abandonar sesgos y retomar la objetividad, dice jurista
Una vez en funciones, el jurista Ismael Quintana señala que los nuevos magistrados tendrán una serie de desafíos, que empezarán por demostrar su independencia ante el gobierno de turno y que su alto nivel académico está acompañado de la experiencia necesaria para el cargo.
Ramiro Ávila
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“Sacar los casos represados debería ser una preocupación de los tres nuevos jueces”, acota Quintana, quien sostiene que también será importante que esta nueva configuración de la Corte Constitucional “deje de lado los sesgos ideológicos al momento de resolver las causas, que es un problema del actual Pleno”.
Según Quintana, hasta el momento la Corte ha tenido una óptica ideológica hacia los temas medioambientales, petroleros, mineros, de colectivos de trabajadores, entre otros. Incluso considera que han “aplicado una agenda de temas que han sido de su interés o patrocinio cuando fueron abogados en libre ejercicio, como el matrimonio igualitario o la niñez transgénero”.
En ese sentido, Quintana también recuerda que hay fallos de la Corte Constitucional que deben ser modificados, “no solo por ser de connotación nacional, sino por ser de casuística normal, relacionados con problemas procesales que se presentan en la justicia constitucional”.
Se debe continuar desarrollando los derechos, comenta exjuez de la Corte
Por otra parte, Ramiro Ávila, exjuez de la Corte Constitucional, más allá de la independencia hacia el poder de turno, advierte que la Corte Constitucional debe “continuar desarrollando los derechos reconocidos en la Constitución”, ya que se han dado pasos hacia atrás en esa materia, asevera.
Esto implica “no bajar la vara en los avances jurisprudenciales en temas como derechos de los pueblos indígenas, de la naturaleza, de libertad y la autonomía”, de acuerdo con el exmagistrado Ávila.
También estima relevante que la nueva configuración de la Corte Constitucional haga cumplir sus sentencias y dictámenes, como el relacionado con dejar de explotar petróleo del Yasuní, algo que fue apoyado en consulta popular pero aún no ha sido ejecutado por el gobierno central.
En esa misma línea, Ávila señala que también son necesarios jueces firmes, transparentes y oportunos en casos de interés nacional, como lo fue el proceso de Verónica Abad, donde la Corte Constitucional “no estableció medidas concretas para evitar que el presidente no pida licencia y no encargue la Presidencia”.
El giro de la Corte Constitucional dependerá de quién salga sorteado
No obstante, la consolidación de una Corte Constitucional progresista o el giro hacia una conformación más conservadora, según la jurista Ximena Ron, dependerá de quiénes sean los jueces que salgan sorteados para ser reemplazados.
Ismael Quintana
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Este cambio será relevante porque “la Corte Constitucional tiene en sus manos temas sensibles para la sociedad, como la despenalización del aborto, el seguimiento de la sentencia de los niños transgénero y temas relacionados con los derechos de la naturaleza”.
Mientras, Ron hace hincapié en que resulta importante que, desde el inicio, los nuevos jueces y la reconfiguración de la Corte Constitucional demuestren su independencia con respecto al gobierno de turno, pues “deberán realizar el control constitucional de los actos de gobierno, tales como los decretos y declaraciones de estados de excepción”.
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A la par, la oportunidad de cambiar el rumbo de la Corte Constitucional se mezcla con el dilema de “corregir la altísima subjetividad al momento de analizar los casos”, como advierte Quintana, y la consolidación de los derechos, como defiende Ávila.
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